jueves, 28 de julio de 2016

HISTORIAS DE PESCADORES

He bajado a la terraza de La Fuente. Mientras tomaba un café con hielo, se han sentado a mi lado un par de pescadores que volvían con la cesta vacía.

--¿De donde venís?

--Del río viejo...

 --Pero, allí no hay agua, no?

 --No hay agua dulce pero entra agua del mar y, de vez en cuando, puedes pillar una dorada que se ha escapado de las redes donde vive, aunque hoy no ha sido el caso, por lo demás, en nuestra costa no queda ningún pez vivo...

 --Y eso porqué...

--Las obras del puerto, y sus sucesivas ampliaciones, han alterado el hábitat marino y han hecho emigrar a todas las especies... hay más peces en la balsa de mi pueblo, eso sí, con agua dulce y algo pútrida, que en el mediterráneo de aquí...

--Pero en Castellón, sigue habiendo una flota pesquera muy potente, la he visto amarrada en su puerto, señal de que allí si que hay pesca..

--Claro, nano, pero para un rato que le dedicamos a esto, comprenderás que no nos vamos a ir a Castellón..

--En otro tiempo, cuando estuvimos instalados en el camping de Malvarrosa de Corinto, en el término de Sagunto, pasado Canet, vi sacar hasta una treintena de mabras en una sola sesión matinal de pesca...

--Sí, y cuando yo estuve en el camping del Perellonet, cogíamos la barquita de goma y volvíamos con un cubo lleno de morralla, la limpiábamos y nos la comíamos enseguida. Un error, pasábamos luego un horrible día lleno de flatulencias, porque el pescado ha de ser fresco, pero no tanto, si no lo dejas reposar unas horas antes de comerlo, te puede pasar eso.

--Ahora que dices lo de la barca, en cierta ocasión cogimos la barca de Paco y nos fuimos al pantalán, en el puerto de Sagunto. Uno de los colegas, convenientemente equipado, se sumergió, y llenó un cesto con los moluscos que viven allí pegados a sus columnas.

 --Pero eso, ¿no estaba prohibido?

 --Sí, pero entonces no había nadie cuidando que se respetara la prohibición..

 --Yo, la verdad, lo más surrealista que recuerdo en materia de pesca, sucedió con ocasión de una acampada libre que hicimos en la sierra de Albarracín, con la caravana que, con el tiempo, dejamos abandonada en un camping de Sagunto.

 --Sí?, cuenta...

 --Quique, tuvo la extravagante idea de unir al sedal de su caña de pescar una cometa. Comenzó a correr con la caña por la vaguada donde estábamos, el viento levantó la cometa, el comenzó a controlarla desde el carrete, y la gente de por allí se quedó algo asombrada al ver una cometa volar, controlada desde una caña de pescar. Fué un momento mágico, sí.

Ya sé que estas mínimas historias no tienen nada que ver con las que nos cuentan cada día desde 'Aquí la Tierra', pero, es lo que hay. Estamos en verano. Los periódicos pesan menos, los contenidos del blog, también.

En fin. Historias de Pescadores.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 28 07 16.

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