martes, 27 de septiembre de 2016

EL TRINQUETE

Cuando pregunto a alguien de mi entorno cercano si sabe donde está el trinquete, suele contestar que no sabe lo que es un trinquete. Lo dejaré claro, y no volveré a insistir, el Trinquete de Pelayo, una institución no se si centenaria, o mas, está en la calle de Pelayo, aquí en Heliópolis, un lugar ahora ocupado por la cultura china, en forma de establecimientos de todo tipo, peluquerías, restaurantes, baratijas, tratamiento de pies en la pecera, en fin, una especie de barrio chino de San Francisco, pero en una sola calle.

En esa calle, y en ese lugar, el trinquete, se juega a la pelota valenciana desde 1868, lo acabo de confirmar en Wikipedia, pues bien, hoy he visitado de nuevo el bar del trinquete, y luego me he asomado para conocer las reformas que la prensa ha difundido que se han hecho en su interior.

Lamentablemente, una de esas reformas ha consistido en colocar un techo de lona bajo la bóveda vidriada, con lo cual se ha eliminado el elemento más mágico de esa instalación, la singular luz que se filtraba a través del techo de vidrio, y que motivaba mis visitas al trinquete pues me daba la sensación de estar en un plató cinematográfico.

¿Aún juegan aquí a la pelota?, he preguntado a la camarera del bar mientras me servía el cortado. Sí, los miércoles y.....(del segundo día no me he enterado, estoy un poco sordo ahora).

Me parece raro que un deporte tan ancestral como la pelota valenciana, sea tan desconocido para alguna gente, que jamás ha visitado este templo deportivo de fama tan arraigada que Wikipedia le dedica un completo epígrafe, pero así somos nosotros, hay mucha gente que ha pasado infinidad de veces por la iglesia de Santa Catalina, y todavía no se ha dado cuenta de que uno de sus muros es una chapuza realizada con remiendos, mezclando bustos de arzobispos con trozos y residuos de otras esculturas, una de las cosas mas curiosas que se pueden observar en el arte religioso local, a condición de que sepas mirar.

Hemos visitado el trinquete, precisamente hoy martes, porque es día de mercado en el de Jerusalén, la calle, Convento Jerusalén, paralela a la de Pelayo, donde está el trinquete, está ocupada por centenares de tenderetes, que se extienden por otras calles adyacentes, y le dan un tono al barrio de zoco árabe,

Una oferta abigarrada de ropa, todo tipo de ropa, también usada, calzado, aquí he de decir que también había calzado usado, Encarna, al percatarse, ha hecho un gesto de asco, porque así como la ropa usada la pones en la lavadora antes de ponértela y no pasa nada, lo de los zapatos huele peor.

Lo de los zapatos usados me ha recordado el mercado de Les Halls, en París, antes de que fuera derruído para construir el centro Pompidou, en cuyas calles pude contemplar la oferta de calzado usado y sardinas podridas que exhibian los clochards.

Varios tenderetes exhibían interesantes colecciones de plantas, y Encarna ha comprado un ibisco de un rojo luminoso, luego nos hemos internado en el mercado municipal y ha comprado una pechuga de pollo para las croquetas de mañana. Hemos dedicado un par de horas a la visita del mercado y el trinquete y luego hemos entrado en el interior de la estación del Norte.

Hemos vuelto a admirar la decoración de trencadís de su vestíbulo,  a contemplar los semblantes algo ansiosos de algunos viajeros que temen perder su tren, nos hemos informado de los horarios de los trenes con destino a Utiel, para cuando yo ya no pueda conducir, ir en ferrocarril,  y nos hemos dejado abducir por  el entorno arquitectónico de la estación, esa bóveda metálica producto de los primeros tiempos de la revolución industrial,  hemos respirado el peculiar ambiente de ese lugar, lleno de trasiegos, de idas y venidas, un ambiente tan cinematográfico al que ya me he referido en alguna de las mas antiguas páginas del blog. El Sicario.

Una crónica urbana. Si no conocen el trinquete, vayan a visitarlo, no es preciso que sea el martes, día de mercado, cualquier otro día permanece abierto, y si quieren contemplar alguna partida de pelota, pues ya saben, los miércoles, ú otro día, que no se cual es, porque ahora estoy un poco sordo.

En fin. El Trinquete.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 27 09 16.

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