domingo, 25 de septiembre de 2016

LA PLAYA




En la página anterior, totalmente imaginaria, le dí un toque erótico a la playa, aquello de 'Entre la adelfa y la jara/ de verde sombra lunar/ tu eres para mi la arena/ y yo para tí la mar... Una intención metafórica en la que se juega con la posición de la arena bajo el empuje de la mar.

Las playas de las que quiero hablar hoy son otras. Unas reales, que este verano se han convertido en lugares extaordinariamente masificados, en todas partes, cuya imagen hemos visto bien en el sitio, la Malvarrosa, una masificación colorista, hay que decirlo, o en las imágenes ofrecidas por televisión de cualquier parte de nuestras costas, un espectáculo que le ha dado sentido a la típica expresión, turismo de masas.

Luego está la playa de la memoria, algo que ya no existe, pero que fue el marco de algunas cenas familiares nocturnas en un lugar que solo se conserva en el recuerdo, la que fué la Playa de Nazaret, que desapareció a consecuencia de las obras del puerto.

Mucha gente como yo estuvo en su infancia en aquel lugar entrañable, habitado por algunos chiringuitos, unas barracas de madera que entonces llamábamos merenderos. Uno de ellos era el de El Boniquet, un antiguo estibador y excelente cocinero que servía unas bandejas con gambas, mejillones y setas sumergidas en una excelente salsa de tomate, que nunca mas, cuando desapareció esa playa, y el cocinero, he vuelto a tener el privilegio de probar.

Aquel entorno nocturno envolvía nuestros baños infantiles junto a la orilla, y el clima familliar de aquellas veladas vuelve a mi memoria cuando contemplo la masificación actual de las playas. Tal vez, aquella playa de Nazaret, con todo y que podía calificarse de algo cutre, se parecía mas a los civilizados balnearios europeos, por el tipo de relaciones humanas que allí se daban, que al concepto actual de nuestras playas en temporada alta.

 He hablado con Cármen, de esto, de las playas, en la terraza de La Fuente. Se ha sorprendido al verme --¿no estabas fuera? --hemos cambiado de planes, había previsión de lluvias en la sierra...en realidad, yo no tenía ganas de ir, porque, una hora contigo, vale mas que un día en la sierra. --Que bien sabes quedar..

Después hemos hablado de las dos grandes exposiciones de arte que se muestran en Valencia. En la del Carmen, una visita guiada nos ha mostrado a través de la exhibición de fotos de diversas esculturas como las damas del siglo XIV ya iban a la peluquería, o recibían a los peluqueros en sus salones. Tuve ocasión de comprobarlo al salir a fumar, fuera había una boda, y las señoras llevaban los mismos peinados que en el siglo XIV, pelo corto, pelo largo, moños.

En Bancaixa vimos una retrospectiva del Equipo Crónica. Desafortunadamente, dejamos la lectura del folleto para el final, en lugar de informarnos al principio así que, después de la visita, el folleto nos indica claramente que hemos de repetirla, pues nos hemos perdido la mayor parte de sus significados.

No hay que perderse una segunda visita mas detenida de esta vasta obra que es la reunión de colecciones privadas, Fundación March, fondos de la fundación Bancaja, Museo Reina Sofía, Colección Arango. En fin, tenemos tiempo hasta el 8 de enero.

En esta mañana de Septiembre, una suave brisa, casi imperceptible, trae los aromas de la playa, de esa playa de la memoria que me ha visitado hoy mientras dejo morir una hora con Cármen en la terraza de La Fuente. Una hora con Cármen vale más, si, que un día en la sierra.

En fin.. La Playa.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN 25 09 16.






















































































































































































































































































 fin. La Playa LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 25 09 16.

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