martes, 6 de septiembre de 2016

LA TARDE

Estoy solo, aunque esto no quiere decir que esté en situación de soledad. Para eso tendría que ser una situación repetida, uno y otro día, y yo solo he escogido esta tarde un ratito de soledad, al renunciar a acompañar a mi mujer que ha llevado a nuestros dos nietos a ver la película 'Mascotas', con el acuerdo previo de que al finalizar la proyección no le van a exigir que traiga una a casa. Ya tuvimos una durante trece años y nos parece una deslealtad traer otra. Pero yo no quiero escribir hoy de mascotas, ni de lealtades, sino del clima.

A ver, todas las corporaciones energéticas, petrolíferas, eléctricas y demás, que se han gastado verdaderas fortunas durante años para que sus portavoces y mercachifles de la prensa a sueldo suyo negaran durante décadas la existencia del cambio climático, tendrán que admitir, ahora, al menos el hecho de que las temperaturas de septiembre son las mas altas desde hace cincuenta años, y eso, me parece a mí, es un cambio, no?, no se si climático o puramente estadístico, pero un cambio.

En el ejército de negacionistas que militaron por dinero en favor de esas corporaciones energéticas, yo destacaría dos, por la cercanía , uno de ellos fué premiado después con la dirección del Museo de La Ciencia, el otro nos daba la tabarra a menudo en la sección de Meteo de Levante.

Nunca aportó un dato científico en favor de sus tésis negacionistas, nunca viajó al Polo para desmentir las tésis del deshielo a causa del calentamiento, se limitó a tirarse al bolsillo las propinas que presuntamente le daban sus patrones en la sombra.

Este hecho, pone de manifiesto otro mas grave. La dificultad del conocimiento de la realidad, tal como nos la cuentan los medios, cuando esos relatos no responden a los criterios éticos en la información, sino a conductas perversas que retuercen, ocultan, y manipulan la información, en favor de intereses espúreos, no solo en el caso del cambio climático, sino, como estamos viendo ahora, en la presentación torticera de los hechos de la vida política.

Muchos destinatarios de esa información, que tontos del todo no son, están reaccionando cada vez mas con un despego hacia la vida política, un escepticismo creciente y unas manifestaciones que tienden cada vez mas a la abstención.

Esto, parece grave en si mismo, pero lo es todavía más si lo percibimos como un daño central al sistema democrático, y un lamentable olvido de que por criticable que sea la situación y los políticos actuales, no podemos olvidarnos de que la política es una de las cosas mas nobles de las que nos hemos dotado, y nuestra memoria histórica de la experiencia sin derechos democráticos, debería llevarnos a una reconsideración, en la que asumamos que la actual no es la mejor de las situaciones posibles, pero hemos vivido otras mucho peores.

Los que entienden de esto, no es mi caso, dicen que puede que estemos ante otra transición, el paso del bipartidismo al multipartidismo. En cuanto a los efectos de esta situación de desgobierno, en varias páginas del blog he argumentado que, puesto que la economía va bien, y nada grave ha sucedido por estar trescientos días sin gobierno central, las quejas por esta situación, a mí, me parecen exageradas.

Sin embargo, debo reconocer que algunas cuestiones como los presupuestos, o las relaciones con Europa, comienzan a exigir cuadros de gobierno capaces de tomar decisiones.

Yo echo de menos, sin embargo, que se hubieran tomado hace tiempo decisiones trascendentales relacionadas con las actividades humanas que afectan al clima, porque ahora mismo, estoy sudando como un animal, y me veo obligado a dar por concluída esta entrada, redactada a la hora más calurosa de la tarde, aprovechando que mi mujer ha ido al cine con los nietos.

Tal vez he debido acompañarlos, me habría ido mejor.

En fin. La Tarde.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 6 09 16.

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