martes, 20 de febrero de 2018

LA DECEPCIÓN DE MIRÓ

"El domingo fuimos al IVAM, con toda la ilusión del mundo, a ver la exposición de Joan Miró. Nos encontramos con una decepción, la obra de Miró aparecía amontonada en una sala, sin órden ni concierto, sin un mínimo criterio expositivo, aunque eso sí, un proyector doméstico ofrecía en la pared su obra mural, lo que nos permtió comprobar que su actividad muralística se hizo financiada por grandes constructores, financieros y políticos influyentes.

Nada que ver con el muralismo de ahora mismo, por no citar que lo hizo acompañado de personas que portaban las jofainas con los distintos colores que empleaba.

 Hablando de colores, los azules, rojos y verdes que aparecen mayoritariamente en sus lienzos tienen una excepción en la exposición, un solo cuadro pintado en tonos oscuros, solo uno, como si Miró hubiera querido demostrar que podía pintar como Saura, aunque fuera solo una vez. (O quizás es un cuadro de Saura que se les ha colado a los incompetentes de la selección)

No solo el amontonamiento indiscriminado de su obra, sino tambien el montón de personas que pasaba aqella tarde por la sala de exposiciones, contribuyeron a una sensación desagradable, alejada de lo que suele ser la contemplación de la belleza, a lo que contribuyó la acumulación de su obra de carteles en una sola pared entera, en resúmen, aquello parecía un gallinero, en lugar de la dependencia de un museo.

 Ignoro si los responsables de tamaño desafuero, lo han hecho adrede para atacar la memoria de Miró, pero, jamás, en mi larga experiencia de visitas a museos he visto un fiasco expositivo como el del domingo por la tarde.

 Y no es nada fácil hacerse cargo de la obra de un artista tan creativo, tan variado en su forma de expresarse, con la pintura, la escultura, las mixturas de ambas cosas, el muralismo, o los simples trazos en un papel, y convertirlo en un montón de basura mal situada, mal escogida, mal combinada, dejando la memoria del artista hecha una ruina.

Uno esperaba que, con los cambios de responsbles de gestión en los museos, las cosas mejorarían, no digo que no lo hayan hecho en otros casos, no por cierto en la exposición de Miró en el Ivam."

Esperemos que, al menos, sean capaces de aprender de sus errores, y mejoren en las próximas.

 En fin. La Decepción de Miró.

 LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 20 02 16.

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