"He bajado al Maravillas a una hora tardía, porque anoche me costó dormirme y me he despertado a las once. Me costó dormirme porque no tomé el Rivotril, a ver que pasaba, para contárselo a la doctora Palop, el próximo día 6.
Y lo que pasó es que anduve dos horas dando vueltas a la letra de una canción de Sabina que había interpretado esa tarde en el karaoke del aula de teatro. Ya saben: 'Tu dedo en mi espalda/Y mi mano te correspondíó debajo de tu falda....'
Lo tardío de la hora me ha mostrado una barra atestada de gente en el Maravillas, pero nadie hacía caso del periódico desplegado sobre el falso mármol. Un vistazo me ha bastado para decidir comprarlo en el quiosco, no por los líos de Ribó con las cuestiones salariales de los concejales pluriempleados en el ayuntamiento de Valéncia, hoy, eso no me interesa.
Han sido dos columnas literarias las que han llamado mi atención y me han dado el asunto de la página de hoy, Azar y Necesidad.
Digo yo que habrá sido el azar el origen de que el título de la columna de Piera, en la 4 de Levante, Próxima Glaciación, parezca vinculado a mi página de ayer, en la que aventuraba el comienzo de una nueva era que todavía no sabíamos nombrar.
No es el caso de la columna de Millás, en la que se ocupa de loa algoritmos, curiosamente, una definición tecnológica que encaja perfectamente con lo que yo definí en mi página, con vaguedad, como 'esos sistemas que escuchan lo que decimos' en las redes sociales.
¿Azar?, no será que, igual que yo me inspiro en titulares de 'Levante', a veces, para pergeñar mis páginas, sus periodistas o colaboradores, y me refiero a los mejores, hacen lo mismo con los contenidos de Internet?
Bien, después de estas vaguedades sobre el azar, voy con lo de la necesidad. Algunos egos son tan descomunales, como a veces el mío, que se inventan falsos ecos de sus escritos, porque necesitan creerse mas creativos, mas divulgados, mas originales, mas controvertidos, de lo que en realidad son.
Por no hablar de la falsa ética que exhibo a menudo al negarme a establecer contacto con personas de prestigio que se supone lo han solicitado a través de no-sé-qué-link, con el argumento de que siento indiferencia hacia el prestigio, cuando en realidad, lo que debe suceder con mis emociones es que tengo un pánico escénico a la notoriedad, lo que me impide salir del nicho que yo mismo me he buscado para escribir con tranquilidad, para interesarme por lo público en lo que escribo, pero desde la privacidad más extrema y cómoda que cabe imaginar.
Esto parece un autoanálisis, no lo voy a completar reproduciendo los textos de Millás y Piera aquí. Están a disposición de cualquiera en el ejemplar de Levante de hoy, por 1,50E, que hoy, además, lleva el Urbam, con la magnífica introducción de Susana Golf, de modo que hoy el precio por gramo sale a cuenta.
Además ya es cerca de la una, me he de ocupar de cocinar los espagueti con las sobras de las carrilleras, así que hay que ir terminando, no sin dejar un apunte, sobre la planificación socio familiar del fin de semana.
Esta tarde tenemos nietos, así que dejamos para mañana ir con Lola y Antoni a Carrefour, si les apetece, comprar allí las virguerías para la cena, regarla con un buen tinto en nuestro salón de juegos, y luego echar un par de partidas al Rummy.
No parece mal plan, teniendo en cuenta los episodios climáticos con los que nos amenaza la televisión, aunque, ahora
mismo, desde la ventana del gabinete donde escribo, aunque no hay sol, hace una mañana luminosa que invita a alimentar
nuestra imaginación con el espectáculo de la inminente primavera.
En fin. Azar y Necesidad.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 2 02 18.
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