miércoles, 1 de agosto de 2007

CHAPUZAS

Iba yo con el display de punto de cruz bajo el brazo, después de haber trasegado un desayuno a la inglesa, con tocino, salchichas, mermelada de naranja amarga y té de Sri Lanka, cuando de pronto me entró por los ojos el titular de El País, “El agujero provocado por Roca en las finanzas públicas de Marbella crece considerablemente y se extiende a otras comunidades, al avanzar las investigaciones..”. (1) O sea, vamos a ver, una chapuza de tropecientos mil millones.

Hace algún tiempo se dio a conocer el resultado de una encuesta entre los ciudadanos ingleses, que declaraban mayoritariamente que este es el tercer país del mundo en lo que a buena vida se refiere. A ver, que me lo expliquen. Como podemos compaginar la calidad de vida y la chapuza de un modo tan surrealista? Es que los ingleses se han informado a través del tal Roca?

En cierta ocasión, fui a oír un concierto con Encarna, de esos que son gratis. Aunque sean gratis, ha de haber algún mecenas, alguna institución financiera de esas forradas de pasta que pague los programas de mano. Cuando el público ya se había acomodado en sus butacas y había ojeado el programa para informarse, una voz en off anunciaba, contrita, que el estreno absoluto de la Misa Breve de Nino Rota, no era tal, solo era la primera vez que se interpretaba en España. El motete del organista Montesinos “Dulcis Anima” no era estreno en España, sino la primera vez que se interpretaba en parte alguna. La soprano estaba resfriada. La biografía de Montesinos se les había olvidado imprimirla. Hay que decir, en favor de los organizadores, que al menos se esforzaron en declamar la fe de erratas por los altavoces. Una chapuza.

De las Eléctricas, ni hablemos. Lo de estos días ha sido la mayor chapuza desde los tiempos de las restricciones, en la pos guerra.

Uno, desde su indefensión, se pregunta que puede hacer para evitar el fortalecimiento del estado de la chapuza.

La sencilla respuesta es que solo es cuestión de entrenarse para el perfeccionamiento.

Hay que empezar el día dorando bien el tocino, cuidando de que las salchichas estén en su punto y vigilar el fuego para no quemar demasiado el aceite. Conviene que el té, al servirlo, no esté frío, y que no nos abrasemos los labios. La mermelada debe estar a la temperatura ambiente.

Si conseguimos esto, después solo es cuestión de insistir, digo yo.

(1) El titular es inventado. No tenía a mano la fuente, pero eso no cambia el fondo del asunto.

(De la carpeta roja, 1.993, versión revisada 2007) (En la versión original no era Roca el chapucero, era Conde...en fin, ya ven que en catorce años hemos avanzado poco)

Lohengrin. 1-08-07

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