viernes, 31 de agosto de 2007

OJOS

Los ojos son ventanas a través de las que se pueden mirar los interiores del alma. Los médicos antiguos, que utilizaban la silla como medio de diagnóstico, sentaban a sus pacientes frente a ellos y a través de la mirada establecían un diálogo con el hígado, el páncreas y los demás menudillos del doliente, adivinando, por el cromatismo de su iris, o la expresión de vivacidad o tristeza que evidenciaban sus ojos, con una fiabilidad asombrosa, el origen de su dolencia.

Con el progreso científico de los medios técnicos aplicados a la diagnosis, esa habilidad se ha sustituido por el uso de las máquinas, cuya eficacia es indudable, solo que alguna vez se confunde algún papel, con el inevitable riesgo estadístico de que le atribuyen a uno algún pulmón que no es suyo.

Pero la importancia de los ojos en las relaciones interpersonales no se reduce a los aspectos médicos. Charlotte Rampling ¿se escribe así?, tiene los ojos mas seductores del cine europeo, yo los vi por primera vez cuando se proyectaba Portero de Noche en París y, de haber sido tan mitómano como mi amigo José Luís, que se enamoró de Julie Christie cuando la vio en Doctor Zhivago, me hubiera hecho foquista, como el, para perseguirla por los rodajes.

Es un misterio insondable porqué, algunas personas, están dotadas con ese potente lenguaje mudo en su mirada y otras no. Aunque, ahora, los genetistas parece que están aportando bastante luz al asunto. Para los demás, la gente corriente, quienes no sabemos, o no podemos, usar la mirada como un medio de seducción o de poder, de persuasión o de comunicación intensa, los ojos siguen siendo un órgano esencial para la vida. Se puede ir por ahí con un riñón menos, o con alguna extremidad seccionada, nada de eso impide una vida relativamente normal, pero la pérdida de la visión, como ya explicó Sábato en su universo literario tan vinculado a la ceguera, no solo es un daño físico irreparable, sino que le da la vuelta al alma, hasta convertir a quien la cobija en un extraño de si mismo.

Entre esos dos extremos, la mirada excepcional en si misma, y la falta de visión, hay toda una extensa gama de órganos visuales y de formas de mirar, generalmente vinculadas a la personalidad de quien mira, y al uso que ha hecho de ellas, por su profesión, por sus vicios o virtudes en el cuidado de los ojos, por su dotación genética, por su posición social y por sus estados de ánimo. Todos estos elementos se reflejan, para quien sepa verlos, en las miradas ajenas, como también-en la propia.

El País publica hoy una fotografía, algo maliciosa, me parece a mí, en la que aparece Rajoy, ese registrador de la propiedad, gallego, al que cada vez se le percibe mas inseguro de su posición en su propia tribu. El pie de la foto dice así: Rajoy: “Veo mi sucesión muy lejos”. Lo de maliciosa lo percibo yo, porque, en la imagen reproducida a tres columnas, aparece el personaje mirando por una cámara cinematográfica cuyo objetivo es una gran lente, y uno no sabe si mirando por ahí, las cosas que están cerca se perciben mas lejanas, o al revés.

La mirada de este hombre responde exactamente a su currículo. Es la mirada de un registrador de la propiedad, gallego. Nada que comentar. Pero su sonrisa no puede disimular la mueca forzada, el rictus, producto en cierta medida del gesto forzado de su ojo al entrecerrarse para mirar por la cámara, pero también de la incomodidad de alguien que era casi feliz cuando estaba en un segundo plano y que se ha visto empujado a la primera línea de combate, tal vez contra su voluntad, con lo bien que se está en la retaguardia, en la intendencia, lejos de las molestas luces de los focos y de las cámaras, del fuego de primera línea.

La verdad, el asunto no me interesa demasiado, mas bien me aburre. Lo traigo aquí porque hoy he comenzado hablando de ojos, de miradas, y esa foto me ha entrado por los ojos, como también el titular, “EEUU ve con buenos ojos la candidatura de Sanz para la OTAN”.

He leído, en la página 24, el artículo que cuenta que el gobierno de España postula a este militar para la candidatura a la presidencia del Comité Militar de la OTAN, en competencia con otros militares, italiano y polaco, respectivamente.

No entiendo ni una palabra de estas cuestiones militares, pero me precio de conocer a las personas, incluso de acercarme a la percepción de los rasgos de carácter de algunas personas públicas. Por esa razón, apuesto a que el Sr. Bush, ese petrolero de Tejas que todavía preside USA, y que tiene sus propios ojos, personales, aparte de esos supuestos “ojos de EEUU” que cita el titular, elegirá al polaco, solo por joder a Putin. Ya se verá.

Lohengrin. 31-8-07

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios