martes, 3 de febrero de 2009

INVESTIGACIONES, LICENCIAS, CONTRATAS Y REGISTROS.

Investigar las conductas presuntamente dudosas de ciertos políticos madrileños por medio de los órganos de gobierno de su propio partido, es algo a lo que estamos acostumbrados. Que esos órganos de gobierno se inhiban y dejen en manos de personas supuestamente implicadas en una maraña de actividades dudosas cada vez mas espesa, el esclarecimiento de los hechos, parece una broma de Groucho Marx.

En la ciudad de Chicago, en los años treinta, hubo que enviar a Eliot Ness –alguien ajeno a los sujetos investigados-- para deshacer los nudos de corrupción que implicaban a las instituciones de la ciudad, porque, aunque esas mismas instituciones investigaban, no obtenían ningún resultado. No tengo noticias de ninguna trama corrupta que haya sido investigada hasta el final por los propios corruptos.

Esta maniobra, algo pueril, de los populares, parece responder al intento de lavar la ropa sucia en casa, antes de las elecciones autonómicas. No es previsible que la tiendan al sol, a la vista de todos, en un ejercicio de transparencia exigible a los políticos de cualquier partido, sino que usen la secadora para que todo quede en el ámbito doméstico.

Me parece pueril, esa maniobra, además de un intento condenado al fracaso, porque las licencias otorgadas, las contratas asignadas, los Registros de la Propiedad, son elementos objetivos de prueba que no se pueden lavar y que, en mi opinión contienen, muy probablemnete, información suficiente sobre los posibles turbios asuntos que están en el origen del supuesto espionaje y contraespionaje entre políticos de la Comunidad y del Ayuntamiento madrileños que destapó El País.

Desde que El Pais destapó esta historia, Aguirre, la marquesa consorte que es Presidenta de la comunidad de Madrid porque antes se anularon las elecciones con los votos robados de dos tránsfugas, hace declaraciones contradictorias, que casi nadie cree. Al margen de las palabras que dice esta señora con aire de mujer pellizcadora, su semblante dice otra cosa. El rictus de su rostro cuando ensaya su media sonrisa de conejo da mas información sobre el personaje, que la solemnidad de sus negaciones y afirmaciones casi simultáneas.

Una investigación independiente podría hacer que todo saltara por los aires. Al tratarse de un asunto político, no se puede descartar que, los mismos que lo han aireado, si conviene a sus intereses, lo entierren.

Aunque así fuera, las licencias otorgadas, las contratas asignadas, los Registros de las Propiedad –son públicos-- seguirían estando ahí, como elementos objetivos de la obstinada realidad.

Hay demasiados cabos sueltos en forma de tramas culpables para conceder licencias a locales de ocio, ¿Que habrá pasado con las urbanísticas?. Hay contratas de servicios de basuras y tratamiento de residuos que, sabemos, por la experiencia siciliana, que tienden a oler muy mal. Hay Registros de la Propiedad que guardan en sus legajos las evidencias materiales de ciertos chanchullos. Demasiadas evidencias para que su ocultación en el tiempo pueda ser completa, si alguien tira de la manta.

Ustedes recordaran, como yo, como se concedían las licencias a los locales de ocio de Madrid. En cuanto al tratamiento de residuos, solo puedo hablar, de fuente directa, de lo que pasó en Heliópolis.
Seguramente ustedes, alguna vez, habrán buscado uno de esos sitios donde se recogen las pilas usadas. Lo que quizás no sepan es que cuando el camión de recogida llega a la planta y el chofer pregunta donde descarga, el encargado de planta le dice –Tíralo ahí, en el montón de la basura. De modo que cuando afirmo que nuestras contratas de basura tienen un aroma siciliano, no se trata de una figura metafórica.Ahora, al menos aquí, la diputación nos factura el tratamiento de residuos. Igual es que, ahora, van a empezar a reciclar.

En cuanto al Registro de la Propiedad como fuente de evidencias materiales de transacciones dudosas, la prensa ha informado estos días de que una edil del partido popular (no de Madrid)
ha sido objeto de expediente por haber husmeado en ese registro anotaciones registrales que afectan a sus colegas.

Con estos mimbres, el asunto del espionaje político madrileño puede convertirse en un thriller con mas emoción que la Operación Valkiria, esa nueva versión de la historia del atentado contra Hitler, con cuya promoción nos machacan estos días. Solo que esta historia la conocemos ya, es vieja, y sabemos como termina.

También el caso del espionaje político en Madrid es viejo, tiene otras versiones, aunque, de momento, no sabemos como termina.

LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 3-2-09.

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