jueves, 26 de septiembre de 2013

HISTRIONISMO

Creía yo que el histrionismo era un recurso de quienes se dedican al teatro, pues su definición mas común lo describe como 'Exageración en la gesticulación y expresión de una persona al hablar o actuar', y explicado así se ve como un recurso necesario de quienes, desde la lejanía de un escenario, desean que la comunicación de sus emociones fingidas llegue hasta las últimas filas del aforo.

Mi sorpresa ha saltado cuando, al consultar las definiciones en Wikipedia (los tomos del Espasa están hoy inaccesibles, ocultos tras la máquina de coser que ha dejado allí Encarna), he encontrado un enunciado que dice así, 'Trastorno histriónico', 'Las personas con trastorno histriónico de la personalidad suelen expresar sus emociones de manera exagerada, suelen ser vanidosas y egocéntricas y se sienten incómodas cuando no son el centro de atención....Su estilo cognitivo es extremista, tienden a ver todo en términos de blanco o negro. Su discurso a menudo carece de detalles y es exagerado'.

Toma. Mas que una definición, me ha parecido el vivo retrato del ministro Montoro. Quien habrá tenido la brillante idea de dar poder ministerial a este hombre que es el arquetipo del trastorno de la personalidad histriónica.

Solo hay que recordar su gestualidad de dibujo animado, sus discursos sin matices, en el último año de ejercicio parlamentario, para comprender en manos de quien está nuestra Hacienda, quiero decir la suya. Visto así, no sorprende lo del Iva cultural.
(...)
No es Montoro, ni mucho menos, el único caso de exageración, de histrionismo, en la política, vean la actitud de Celia Villalobos al presidir el Parlamento, sus infantiles 'y tu más..' tan alejados de la prudencia y la equidistancia que se supone a quien preside una cámara parlamentaria, o consulten, hoy, la página 3 de 'Levante' que ofrece en una foto de los portavoces parlamentarios a un Ricardo Costa con una mueca pija e infantil que recuerda enormemente a los trucos faciales de Jim Carrey.

Asómense  a la primera de ayer y contemplen la expresión beatífica de Rita la Cantaora, tan relajada como si viniera directamente de un curso impartido por el Dalay Lama, solo porque en un proceso todavía no cerrado, aún no la llaman. 

¿Es un trastorno el histrionismo? ¿Es un recurso escénico?. A la vista de lo que sucede en la vida pública del país desde que gobierna el Partido Popular, y aún antes, mas parece un recurso de los políticos cuando se dirigen a nosotros -nos toman por imbéciles- pero tambien lo usan en su dialéctica parlamentaria.

¿Vieron anoche, en el Intermedio, a Villalobos, la presidenta de la cámara, por ausencia de Posada, dirigirse a Rubalcaba como Pérez, solo para zaherirlo? 

Lo contrario del histrionismo --digo yo, sin consultar nada-- es la rigidez facial --no confundir con la cara dura-- que es un impedimento para expresar emociones, reales o fingidas, a través del gesto. 

Lo digo yo, que tengo esa limitación para expresar mis emociones y en el teatro aficionado a lo mas que he llegado es a lucir una sonrisa estereotipada durante veinte minutos para interpretar 'Cantando bajo la lluvia', o sea. 

Entre ambos extremos, el histrionismo y la rigidez, está la sobriedad, la capacidad de administrar la gestualidad de modo que el gesto, medido, bien administrado, subraye de manera suficiente lo que queremos trasladar al oyente, sin exageraciones pero, sobre todo, sin adulterar el discurso. 

En las próximas elecciones generales, tanto si se adelantan, como si no, voy a intentar un esfuerzo de selección de los candidatos para votar a aquellos que reconozca como libres del trastorno de personalidad histriónica, o sea, a los que parezcan mas sobrios, mas equilibrados, con independencia de la fuerza política a la que representen.

Trataré de asegurarme así cuatro años de vida publica sin sobresaltos, sin discursos adulterados, sin maneras estrafalarias, o sea, como si estuviera en Dinamarca. 

En fin. Histrionismo. 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 26-09-13.

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