domingo, 8 de septiembre de 2013

MADRID 2020

Dudo que Madrid sea peor en 2020 de lo que es ahora, con o sin juegos olímpicos, pero lo cierto es que la ceremonia fallida de anoche, con Botella y González haciendo el ridículo --nuestro ridículo-- ante las pantallas de televisión, después de haber movilizado a cientos de turiferarios para que llevaran el incienso, tuvo un final de capilla ardiente, todos velando el cadáver de la esperanza perdida, como corresponde a la catadura moral e intelectual de los promotores de la fiesta necrófila.

Si Madrid hubiera ganado la candidatura, todo el país estaría hoy enloquecido y las primeras páginas de los periódicos ofrecerían las pruebas gráficas del triunfo, pero ha perdido, y si bien eso no merece celebración, si permite algunas elucubraciones y, como hoy estoy por elucubrar, no me privo.

Madrid Ciudad Olímpica es un error de concepto porque Madrid no ha sido ciudad hasta hace cuatro días. Fue un poblacho polvoriento hasta que un emperador decidió instalar allí su Corte, por lo de la centralidad supongo, aunque bien se abstuvo de pasar allí su tiempo libre y enseguida decidió construirse un retiro lejos de ese secarral, en el Escorial.

Ciudades con historia milenaria las hay, pero no son Madrid. Roma, Florencia, Pekín o Valencia, son algunas de ellas. Lo suyo sería ser solidario con los madrileños por el fiasco olímpico, pero madrileños, básicamente, es que no hay. Es verdad que también hay castellanos, pero esos están en otra parte. Son andaluces, extremeños, aragoneses, gentes que han acudido a ese lugar por su centralidad política pues, si bien los orígenes de Madrid son de poblado polvoriento, su condición de capitalidad política ha atraído desde siempre a aspirantes a funcionarios, pícaros y vividores, que constituyen el núcleo originario de su población.
(...)
Desde mi punto de vista fue un error estratégico del imperio optar por la capitalidad única, cuando podía haber sido compartida con algún lugar de la periferia, lo que hubiera dotado de mayor equilibrio al territorio y nos habría ahorrado algunas rivalidades por culpa de esa centralidad.

De deporte no voy a hablar, porque no tengo ni idea, mi única experiencia se reduce a la práctica de la gimnasia olímpica no competitiva hace ya muchas décadas, pero sospecho que los señores del COI no son gente de fiar. 

No haber conseguido el honor de ser anfitriones de los juegos olímpicos, cuando ese honor lo otorga una pandilla como la que vimos en las pantallas, no es ningún desdoro. Se adivinan los chalaneos, intereses espúreos y razones ocultas que motivan a los electores, aunque hay que decir que la opinión sobre nuestra clase política que circula por la prensa internacional, no es un factor que haya jugado a favor de Madrid, se vea como ciudad olímpica, o poblacho polvoriento. 

Nuestros preclaros gobernantes, con su escaso poder, y los de la vacilante oposición, deberían formar un comité de sabios para estudiar que vamos a hacer hasta 2020 en ausencia de olimpiadas. 

Faena no nos va a faltar, si queremos promover de nuevo el crédito financiero, aumentar el crecimiento, reducir el paro y volver a escalar los puestos perdidos, en particular en esta comunidad, que, según el titular de la primera de 'Levante' ha bajado catorce puestos en el índice de competitividad europea, y ocupa el 182 entre las 262 regiones de la UE. 

En cuanto a nuestros deportistas de élite, directamente afectados por la decisión del COI,  no hay duda sobre su futuro. Los mas excelentes estaban esperando el resultado de esa decisión. Ahora ya saben que han de emigrar.

En fin. Madrid 2020.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 8-09-13.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios