LA REFORMA

Hubo un tiempo en que la palabra reforma significaba una mejora de la cosa reformada. Ese es el sentido que le da el Espasa a ese término, en su ámbito mas común y cotidiano, no en el político o religioso. 'Acción y efecto de reformar..Lo que se propone, proyecta o ejecuta como una innovación o mejora en alguna cosa'.

O sea, tu llamabas a un equipo de albañiles, que se llamaban a si mismos 'reformistas', y te alicataban el baño o te instalaban una pileta para evitar que cuando orinas en el w.c. cayeran esas gotitas fuera que han sido causa de algunos divorcios, lo que también podrían considerarse reformas, en este caso de las estructuras familiares.

En general, los resultados de la cosa reformada eran satisfactorios y quedaba como nueva, tanto estética, como funcionalmente. El tiempo que vivimos ahora es pródigo en el uso de la palabra reforma, pero la cosa reformada aparece mas vieja, menos funcional, a los ojos del profano.

Los gobiernos europeos se han lanzado a reformar la casa común que nos alberga, unos mas que otros, pero en lugar de enriquecerla, de innovar, de hacer que parezca nueva, se dedican a deconstruirla, y lo primero que reforman son las estadísticas, para que no se note tanto esa regresion destructiva.
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El caso de Alemania, que ahora celebra su estabilidad política con la elección de Merkel, es un ejemplo claro de lo que digo. Me cuenta mi mujer que ha oído por la radio que las infraestrcturas alemanas no se tocan desde hace cinco años, para reformar sus finanzas, que parecen mas sanas, a costa de esa desatención. 

El desempleo tiene un nivel relativamente bajo en Alemania, porque hay unos millones de alemanes a los que se da una ayuda simbólica, a cambio de no inscribirlos como desempleados. El número de empleos llamados púdicamente precarios, o sea, mal pagados, ha crecido de modo muy visible. 

Es decir, quienes se benefician de la austeridad son los empleadores, que pagan menores salarios, no el conjunto del país. 

En España, las reformas mas significativas se han confiado a la Virgen de Fátima, Fátima Báñez, quien no cesa de repetir a quien la quiere oir que sus reformas permiten que estemos saliendo de la crisis. ¿Crisis? ¿Que crisis?. Sospecho que Báñez emplea el término reforma dándole otro significado. 

Cuando habla de reforma, ella está pensando en algo mas místico, que tiene sus origenes en la revolución luterana y su cabeza tan extraña, ¿se han fijado en su forma física? cuando se refiere a los efectos de su reforma piensa en términos milagreros, si. 

En esta España reformada por Báñez los despidos, en forma de ERE, o en su modalidad mas simple --Mañana no vengas... se han extendido como la peste en la Europa medieval. Se despide a trabajadores que ganaron su puesto con una oposición, a otros con quince años de ejercicio en su empleo, que están en situación de baja laboral, mientras los juzgados están llenos de demandas por despidos ilegales, indemnizaciones insuficientes, y, no se lo pierdan, por haber pagado cotizaciones por debajo de lo exigido por la ley, comprometiendo así las futuras prestaciones de los despedidos. 

A este panorama de incumplimiento flagrante de las leyes, se le llama reforma, y Báñez le atribuye a semejante dislate propiedades mágicas capaces de dejar la casa común con el alicatado nuevo, y a eso le llama, cada día, la salida de la crisis, usando como prueba la prima de riesgo, como si ese factor, un factor financiero aíslado, que depende mas de los mercados exteriores que de la política interior, tuviera la capacidad de describir el conjunto de la situación del país, o bien, llama a Guindos para que celebre la marcha de la balanza comercial, que mejora, sobre todo, porque apenas importamos. 

Como vamos a importar con una debilidad de la demanada interna que no tiene precedentes. Nuestros 'reformistas' están dejando la casa echa unos zorros. 

Nuestras infraestructuras no están mejor que las alemanas. Solo hay que circular por la A3, con ese lío de señalización entre calzadas viejas y nuevas por terminar, con riesgos evidentes para los usuarios de la vía, o entrar en las calles de la ciudad cuyo asfalto está averiado desde hace años sin que nadie lo arregle, para entender el sentido que dan a la palabra 'Reforma', los nuevos reformistas. 

Es algo místico, que no es de este mundo. Cuando pisas este mundo con una mirada corriente, comprendes hasta que punto quienes vocean las bondades de la reforma, tratan de desinformarnos, prostituyendo el lenguaje. 

En fin. La Reforma.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 24-09-13.