viernes, 20 de septiembre de 2013

PÉREZ COLLADO

En la página 29 de 'Levante' de hoy, a la derecha (mal ubicado), se publica un artículo de Antonio Pérez Collado, que comienza así, 'En los oscuros y ya lejanos tiempos de ese franquismo que no acaba de morir, circulaba por obras y tabernas una jocosa tabla reivindicativa que reclamaba trabajo de obispo, sueldo de ministro y jubilación de general'.

Antonio es un paradigma de la cultura obrera, y de la otra, ganada a pulso con múltiples lecturas que han desgastado sus ojos en su dilatada vida de defensor de las clases populares.

Fue Secretario General de CGT-PV, un sindicato con aspiraciones anarco sindicalistas, con lo difícil que es eso en una sociedad alienada por el espejismo del consumo, y durante años defendió los intereses de los trabajadores de Ford, en incómoda compañía con otros sindicatos integrados en el sistema, mas dados a la componenda y el trágala, que a la defensa entregada de los intereses obreros.
(...)
En su artículo, Antonio hace un inventario de todas las agresiones sufridas por las clases trabajadoras desde que gobierna la derecha, al dictado de la Troika, en España, al que añade en el artículo de hoy el ataque a sus clases pasivas, ya jubiladas, que es un mosaico, claro y contundente, de la realidad social, trascendiendo la innoble colección de eufemismos con la que prostituyen el lenguaje los políticos, por ahora, dominantes. 

Advierte Antonio del horizonte de pobreza que amenaza a las clases sociales mas débiles, y en esto coincide con lo manifestado por mi en la página de ayer, 'pa, oli y sal'.

Lo mejor es que lean el artículo completo, y saquen sus propias conclusiones. Solo añadiré que conozco de cerca la trayectoria de Antonio y puedo asegurar que lo que escribe es consecuente con lo que ha vivido, con su entrega a a una larga y nunca interrumpida dedicación en favor de los intereses de pensionistas y trabajadores. 

No puedo decir lo mismo del artículo de al lado, a la izquierda (mal ubicado), de Martín Quirós, un hombre del sistema que nunca se distinguió por su oposición a la política, el fue político, cuyo contenido, el del artículo, no se corresponde para nada con su trayectoria.

Pues eso, compras el periódico y encuentras cosas que no hay que perderse, y otras que no merecen un segundo de tu atención. 

No es una cuestión tanto de ideología, como de congruencia.

Para ser congruente, debo confesar que hoy he elegido este tema, corto, porque he de ir a preparar la fideuá, hoy con pulpo, para variar. 

En fin. Pérez Collado.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 20-09-13.

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