He bajado pronto a la calle con mi mujer y hacía una basca del copón. Por aquí le llamamos basca a un clima local que se caracteriza por un alto grado de humedad, una cubierta de nubes bajas y ausencia de viento que, aunque el sol no se vé, produce una sensación
de calor pegajoso como si estuvieras en algún país del trópico en época de monzón.
Me he dirigido al estanco, a por un paquete de West, cuatro euros, mientras mi mujer entraba a la ferretería para que le hagan copias de las
llaves de la casa de la sierra, para confiarlas a Fernando, nuestro hombre de confianza en Utiel, quien a su vez las faciliatará a los técnicos
que han de realizar una aplicación de espuma de poliuretano en el techo de la cambra que, junto con el retejado del que se ocupará Fernando,
han de dejar los techos en condiciones, después de dos décadas de abandono.
Mi mujer, con su cabezonería habitual, ha conseguido convencer a dos de nuestros hijos para que dediquen una jornada, la semana que viene, a las otras tareas de conservación, de cerrajería, saneamiento y electricidad, entre otras, con lo que se supone que dejaran la casa habitable.
........
Mientras esperaba sentado en un banco, frente al estanco, a que mi mujer terminara en la ferretería, una mujer trastornada se ha sentado junto a mi y, durante solo un minuto, visiblemente excitada, ha lanzado improperios contra todo y contra todos.
He intentado calmarla, sin éxito,
--No hace mucha basca para estar tan estresada...? No me ha hecho caso y ha seguido con sus diatribas.
Se ha quejado de las subidas de las pensiones --No he escuchado aún las noticias, ignoro si tiene algo de verdad-- pues al parecer, por su edad, ella es de las que pagan, no de las que cobran, y después de muchas otras quejas se ha marchado, no sin antes decir, --Esta acera no es una plaza de toros, para ir vestido así. Ignoro si se ha referido a mi camiseta de tirantes verde alhacena y mi pantalón corto a cuadritos, no lo relaciono con las plazas de toros, a menos que se trate de aquellas veladas cómico taurinas de los años cincuenta, en las que los toreros iban vestidos de forma estrafalaria.
La violencia verbal de esta mujer me ha hecho reflexionar sobre el tono de mi escritura en algunas de mis páginas y, lamentar, por ejemplo,
haber llamado galápago a Werth en la de ayer. Es por eso que al regresar a casa he decidido dedicar la de hoy a la basca, un fenómeno
meteorologico ajeno a la política y los políticos, de los que no voy a hablar, excepto para preguntarme si Rajoy se habrá rapado el pelo,
si se habrá dejado una cresta tintada de azul, o lo dejará para después de las elecciones de noviembre, por si ese gesto pudiera influir
en la intención de los electores.
¿No les parece curioso a ustedes, a mi me lo parece, que, según los últimos estudios de opinión, los electores hayan olvidado las políticas públicas realizadas por la derecha durante la legislatura, y se estén decantando ahora, tras los brutales impactos de la propaganda en los medios de comunicación, en favor de las expectativas futuras que se les prometen, en lugar de considerar las realidades de los flagelos
que les han aplicado desde que empezaron esas políticas?.
Hay un coreano berlinés por ahí que lo explica, lo hace en la página 45 del ejemplar de Libre Pensamiento, disponible en los quioscos, dedicado
esta vez a Juventud y Crisis. El artículo 'La revolución del idiotismo de Byung-Chul Han', es una certera inmersión filosófica en la sociedad
actual que trata, por ejemplo, de la invisibilidad del poder neoliberal y de los modos de producción posindustriales, inmateriales e incorpóreos, en los que mas información y comunicación implican mas productividad, aceleración y crecimiento.
Es mucho mejor que dediquen su tiempo a la lectura de esta revista, cuesta seis euros, lo bueno hay que pagarlo, que a mis diatribas en el blog
personalizadas en ciertos políticos.
En cuanto a mí, es tal la basca que hace ahora en el gabinete en el que escribo, hasta aquí no alcanza el aire acondicionado, que tengo la camiseta de tirantes de color verde alhacena mojada de sudor, así que me cambio, y me voy a la playa. Chao
En fin. Basca.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 6 08 15.
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