LA PRENSA

Hace la tira de tiempo que no compro la prensa, ustedes me dirán, con razón, --para que quieres comprarla, si la puedes ver por Internet, pero es que a mi me gusta, de vez en cuando, sentir el olor a tinta fresca de la prensa de papel, por no hablar de que ese gesto, en nuestros días, es comparable a entregar un donativo para intentar evitar la extinción del lince ibérico.

Levante de hoy lleva un titular en primera espectacular, 'Un centenar de cargos del PP cobra del Consell sin ir a trabajar por la pugna entre Compromís y el PSPV'. La verdad, me parece exagerado el énfasis del titular. Yo llevo diez años cobrando sin trabajar, desde que me jubilé, y nadie se ha metido conmigo. Bueno, sí, un mexicano me llamó, en el blog, hijo de la chingada, por elogiar los trabajos del MIT en materia de biomecatrónica. Me tomó, a mí, fijense, por pro yankee.

En otra ocasión, un filólogo desocupado me recriminó usar un catalán exótico, por haber escrito la palabra 'arross', al parecer incorrecta. Por no mencionar la reprimenda que recibí el otro día, de una mujer aparentemente trastornada, por ir vestido como el bombero torero.

Es lo que pasa, por tener un perfil público, el del blog, o incluso privado, por ir al estanco vestido con ropa estrafalaria.
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Me gusta comprar la prensa de papel, de vez en cuando, pero ahora más, sobre todo después de haber leído el artículo del filósofo coreano berlinés,  en Libre Pensamiento, que incide en nuestra dependencia de las redes sociales. ¿Porqué les llaman redes? 

¿Será porque nos capturan en ellas como pececillos, luego nos subastan en la nube, y acabamos en manos de servidores, foros o servicios de inteligencia, con los que nuestra navegación, en principio, no tenía nada que ver?. No sé. 

La prensa de papel, aunque lo aparente por sus titulares de primera, no se ocupa solo de política. Hoy, en la segunda, lleva una colaboración de Millás que por su título, en principio, no te dice nada, La Radial, hasta que lees el texto completo y sufres un estremecimiento al entender que un hombre compra una radial para cortar con ella los cuellos de sus dos hijos. 

Parece un film norteamericano de terror, pero es parte de nuestra realidad. Otra vez la pugna entre la realidad y lo virtual, que ha analizado el coreano berlinés. 

Vas a las páginas de opinión, y en la 21, Tino Pertierra, tal vez afectado por la basca inmisericorde que destruye nuestras defensas intelectuales, se deja deslizar por una pendiente romántica y nos ofrece una rica colección de citas de Neruda. Lo malo de quienes citan a Neruda, es que suelen ignorar a Aleixandre...'Entre tus piernas suaves pasa un río...', un escritor incomparablemente superior a Neruda.

El ensayista de Silva, en la misma página, vuelve a demostrar que, ocupando menor espacio que otros, dice más cosas que nadie. 

La prensa de papel, con su olor a tinta fresca, te reconcilia con el sentido de lo real, relegando la virtualidad a un segundo plano, y si le echas un vistazo sentado junto a una mesa de la cafetería La Fuente, mientras tu café se enfría en un vaso con hielo y limón, ya estás preparado para contarlo luego en el blog, un espacio virtual en el que casi nunca pasa nada, porque la realidad está fuera. 

 En fin. La Prensa.

 LOHENGRIN (XIBERLOHE4NGRIN) 8 08 15.