Por fin, después de algunos ensayos, hoy he hecho de simio en el Aula de Teatro, con motivo de la función que se ha ofrecido
a un público numeroso, pero poco exigente, porqué no decirlo, entre el que se encontraban amigos y conocidos de los actuantes.
Un papel sin texto, naturalmente, limitado a gestos, movimientos, gritos mas o menos guturales, todo ello dedicado a dar la réplica a mi compañero de escena
Amón, que ha salido ataviado con una sábana, tocado con una corona de laurel y el, sí, ha hecho un discurso filosófico, en realidad un elogio
a la mujer, pues hoy se celebra su día.
Concluído su discurso ha reclamado mi presencia --ahora saldrá el profesor Bo Bo, ha dicho, y le pediré algunas opiniones. He salido, con mi careta de gorila, una maravillosa obra artesana fabricada por los chinos, me ha costado 12 pavos, y caminando con las rodillas flexionadas,
los brazos en plan gorila, y dando grititos cortos al aproximarme al filósofo, quien me ha preguntado, primero, ¿le gustan las mujeres, profesor?. Yo he asentido, con gran profusión de gestos dirigidos al público. ¿Le gustan los hombres? He negado enérgicamente.
¿Porqué le llaman Homo Erectus? En respuesta a esta última pregunta, he practicado un repetido movimiento pélvico, como si estuviera en pleno coíto, que ha desatado, no me pregunten porqué, las risas del público.
¨"Yo hubiera deseado dar a mi papel de simio un contenido más conceptual, pero como los simios no hablan, pues, no ha podido ser. Habría preferido salir a escena mencionando a Madame Curíe, esa gran mujer que descubrió el Radium y sus efectos. Que huevos tiene, no?, descubrir
algo que no se ve. Después, hubiera preguntado al público ¿Se dan cuenta de que solo conocemos a esa gran mujer por el apellido de su marido?
Afortunadamente, el estatus de la mujer ha mejorado desde entonces. Seguro que entre ustedes hay alguien que conoce el nombre de la última
premio Nobel de Fisica? No? Que lástima.
A continuación, una reflexión sobre la ciencia. Esto de la ciencia tiene narices, un tipo se pasa cincuenta años para establecer una teoría
y luego llegan tres o cuatro envidiosos y en diez años se la tumban. Miren lo que ha pasado con Darwin. Toda su vida dedicada a demostrar
que primero fueron los simios, y luego los sabios, y yo acabo de tomar el autobús y he comprobado que la cosa no funciona así, primero debieron
ser los sabios y ahora los simios, porque solo había en el autobús un asiento libre, y diez viajeros se han lanzado sobre el como si fueran auténticos simios."
La cosa no ha podido ser así, porque los simios no hablan, pero el espectáculo ha salido razonablemente bien.
Un colega que acude al aula a la misma hora que yo ha hecho de showman, de presentador, se ha maquillado la cara de blanco, los labios de rojo, se ha puesto un chaleco,
una pajarita y unos leotardos negros y ha presentado a la perfección cada uno de los números, como si estuviéramos en un cabaret de Berlín.
La primera actuación ha sido la nuestra, la del filósofo y el simio. Después Teresa, vestida de uniforme, nos ha contado la historia de la primera mujer Almirante de la Armada Española, al parecer allá por el siglo en el que reinaba Felipe V. Esta mujer, Isabel, que heredó el rango de Almirante de su marido muerto, sabía latín y griego, estudió cosmografía y geografía, y bregó con sus tripulaciones masculinas consiguiendo descubrir varios territorios insulares de la lejana América. Han oído hablar de ella? ¿Acaso Pérez Reverte la cita en sus libros?
No.
Una prueba mas de que el supuesto progreso en la equidad en el trato entre géneros, anda mas atrasado que los discursos de Rajoy.
A la actuación de la Almirante siguió alguna más, pero yo salí a fumar y me la perdí. Después actuó la mujer del físico, colega de mi horario de tarde, vestida de faralaes, con un traje que le sentaba muy bien, y finalmente, toda la tropa del horario de tarde que había intervenido
en la parte de la función que nos tocaba, salimos juntos bailando Paquito el Chocolatero, y a continuación dejamos el escenario libre para
la actuación de los demás grupos, muy colorista, variada y graciosa.
Un acto simpático, colorista, variado, con bastante público, como suelen ser estos actos que se celebran cada año en al aula el día de la mujer.
El jueves comeremos juntos los colegas de mi horario que hemos intervenido hoy en la función. Aprovecharé para recabar una crítica
sincera y objetiva, sobre si mis movimientos pélvicos estuvieron a la altura de las circunstancias, o por el contrario debo ensayarlos más.
En fin. Aula de Teatro.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 8 03 16.
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