viernes, 29 de abril de 2016

LAS TEXTURAS

Ayer, en el Aula de Teatro, estuvimos trabajando las diferentes 'texturas' del hecho teatral. El profe nos hizo una demostración docente. De pié, acompañando la frase de una gestualidad exagerada, con voz tonante, exclamó !Que le corten la cabeza!. A continuación, sentado plácidamente en un sillón, articuló, Que-le-cor-ten-la-ca-be-za, acompañando esa expresión de unos movimientos bastante repulsivos de la lengua.

Un ejemplo de las texturas que se pueden emplear para comunicarse, bien en el teatro, o en la política, es lo que un portavoz del PP llamó, lamentándose de que no habían sabido llegar a los electores, 'nos ha faltado piel'.

Tanto la demostración del profe, como la expresión del portavoz del PP parecen indicar que en el mundo de la comunicación de la política existen varias texturas, una mas frágil y superficial, la que llega a nosotros todos los días, elaborada sobre todo por los gabinetes de comunicación de los partidos, que podríamos decir que tiene una naturaleza quebradiza, de modo que al hurgar en ella, aparece una segunda textura, mas dura e impenetrable, poco inteligible y comprensible, pues es el resultado de la elaboración de otra política, mas opaca, que se cuece en las salas y despachos sin la presencia de voceros que la hagan llegar al dominio público.

Nada tiene que ver esa segunda textura con acciones conspirativas, no es eso a lo que me refiero, sino que se trata del modo cotidiano en el que opera la política en su dimensión mas potente, mas efectiva, de donde salen las iniciativas legislativas, que luego se convierten en leyes, o no, afectando a la vida cotidiana de miles de ciudadanos.

Esta textura de la política, permanece oculta, inaccesible, y cuando sus resultados llegan a la opinióln pública, lo hacen a través de esa otra textura más pública, la de los gabinetes de comunicación, que se encargan de construir un relato que haga más digestible la letra de los proyectos elaborados en la oscuridad.

Una prueba de que ese secretismo no me lo invento yo, es el Tratado de Libre Comercio, cuyas siglas en inglés no repito, que se está gestando ahora, con el mayor de los secretos, entre USA y la UE, al que dediqué una página del blog, por lo que no voy a insistir en las ventajas y amenazas de ese papel que pretende poner a los pies de las multinacionales a ochocientos millones de consumidores.

Este ejemplo, a su vez, me mueve a pensar que las dobles texturas no afectan solo al teatro, a la política y al comercio internacional, sino que es algo mas universal, mas extendido, pues seguro que todos, en algún momento, hemos experimentado con alguna persona, ceercana o lejana, la impresión de que su rostro, su discurso, ofrecían unas texturas frágiles y quebradizas, que no conseguían ocultar del todo la dureza, la impenetrabilidad, de lo que se ocultaba detrás.

Tal vez no sea una mala idea asistir más al teatro, esforzarse más con los clásicos, adquirir la habilidad de descubrir lo que hay detrás de las texturas que se nos ofrecen para disfrazar la realidad, aunque, claro, es posible que, una vez adquirida esa habilidad, no nos guste lo que encontremos detrás de las apariencias.

Por suerte, nadie nos obliga a hacerlo, podemos seguir viviendo sin romper el cristal de las texturas de la apariencia, puede que estemos mas a gusto, aunque no podamos descartar que alguien lo haga por nosotros, enfrentándonos a la realidad oculta, aunque no nos guste.

En fin. Las Texturas.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 29 04 16.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios