lunes, 9 de mayo de 2016

ADICCIONES

¿No dicen que el blog es una bitácora? Una especie de carta de navegación en la que el bloguero deja huella de su diario cibernáutico, yo no suelo plantearlo así, sus contenidos suelen acercarse al comentario de prensa, pero hoy llueve, lleva casi una semana lloviendo, como en los inviernos de mi infancia, y como no suelo usar paraguas, me he abstenido de llegar al Maravillas, con lo que me he quedado sin la prensa, una de mis tres adicciones, me he quedado en La Fuente, para satisfacer las otras dos, el tabaco y el café, así que la entrada de hoy tiene más de bitácora, que de comentario de la actualidad.

Hablando de adicciones, describiré mi desayuno. Medio vaso de vino tinto, por lo del temblor esencial, una ampolla de jalea real, por lo de la astenia primaveral, un vaso de zumo de naranja, no sé porqué, una tostada y un café con leche.

Después, cuando bajo a por tabaco, un cortado. Estos días que, además, estaba combatiendo una lumbalgia que cogí en el Aula de Teatro, al participar en un karaoke, cantando y bailando al estilo de Tom Jones, a base de pastillas de vitamina B, dolo voltarén y almohadilla elléctrica, tengo la sensación de que he tomado demasiados potingues, y que tal vez me estoy convirtiendo en un adicto.

Si ustedes quieren tener más información sobre las adicciones, pueden sintonizar la cadena pública de televisión, en ese programa que controla un tipo calvo que, además, controla unas revistas, 'Saber vivir' se titula una de ellas, en cuyo programa y cuyas revistas, se dan lecciones y consejos sobre el arte de vivir, que el tipo calvo conoce perfectamente, pues hace decenios que vive de la dudosa profesión de dar consejos a los demás, pero su físico no responde, para nada, a los arquetipos que vende.

Entre las adicciones mas comunes en este país, está la de periodista afecto al régimen, a los restos del régimen anterior, quiero decir, que se caracteriza por la permanencia al servicio de los medios públicos, con una fidelidad inquebrantable a los viejos prncipios.

Otra adicción muy extendida, es la corrupción al servicio propio y del sistema aún imperante. Las adicciones se caracterizan por la repetición compulsiva de ciertos actos, de los que, por su caracter adictivo, no se puede prescindir.

Dentro de este aspecto general, aparecen casos singulares, como el del policía local corrupto en una localidad que no recuerdo, que se está divulgando estos días. Los medios nos han mostrado este aspecto gansteril de la corrupción que por su caracter propio, extorsión, proxenetismo, uso de la placa y la pistola para amedrentar a las pupilas, parece una película de Chicago en los años treinta, mas que una conducta de los servidores públicos de la administración local en este siglo.

Este hecho, contradice la tendencia a imputar la corrupción a un régimen, o a un partido determinado, y sitúa ese fenómeno en la esfera psicológica individual.

No es difícil entender que cuando el presunto extorsionador y proxeneta obtuvo el primer beneficio de sus incipientes corruptelas, experimentó un subidón, vislumbró los enormes beneficios de la eventual repetición de las mismas, y así se convirtió en un adicto, no tanto, estimo yo, porque pensó que quedarian impunes, sin castigo, sino porque lo vislumbró tan lejano, que la relación coste/beneficio del jaleo en que andaba metido, le pareció favorable.

Y aquí es donde está el problema, en la deficiente, o inexistente, actuación de los Servicios Internos para detectar a tiempo e intervenir en estas barbaridades.

Aunque yo, como adicto al café y al tabaco, y a la página del blog, vivo mejor sin la intervención de mi mujer, que me ha dejado por imposible y aquí sigo, satisfecho con mis adicciones, sin que nadie intervenga en la interrupción de su desarrollo.

Y es que hay adicciones, y adicciones, como existen corruptelas, y corrupciones.

En fin. Adicciones.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 9 05 16.

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