martes, 24 de mayo de 2016

CON FIANZA

Continúo mi relato, incluído en la página 'Primavera', sobre la necesidad de la calidad de los políticos, de sus discursos, de la fiabilidad de sus promesas. de su clara conciencia de estar al servicio de los electores, por encima de otros intereses, mas o menos bastardos, y concluyo que estas exigencias democráticas se pueden resumir en una sola expresión, confianza.

Este afán de resúmen tiene su origen en un titular leído en 'Levante' mientras tomaba un agua mineral en el Maravillas. No me pregunten en que página, porque no lo he anotado. 'El juez pide 4,3 millones de Euros de fianza a Cotino y ratifica que irá a juicio por la visita del Papa.'

Cotino, ya se sabe, pero hay que decirlo para los que léen el blog desde Turquía, por ejemplo, es un político del Partido Popular a quien se le imputan delitos de cuello sucio, por decirlo de alguna manera. Y aquí es donde aparece el núcleo del asunto, si la confianza es, en teoría, la base que sustenta la decisión de voto, cómo vas a otorgarla a alguien que carga con una fianza, por una conducta presuntamente criminal.

Un argumento simplista, sí, pero que se puede aplicar al Partido Popular en su conjunto, pues también ha sido objeto de una fianza solicitada por el juez para que responda, como responsable subsidiario, de la presunta financiación ilegal y del pago de su sede con fondos de procedencia no oficial.

O sea, ¿merece la confianza un partido entero que carga con una fianza de mas de 1 millón de euros, por asuntos presuntamente ilegales?

El lado estético de este asunto lo ha aportado la joven portavoz del PP, con un discurso exquisito en el que ha precisado que una fianza no es una multa, ni una condena, sino que es solo una garantía que no prejuzga que haya algo condenable, pero la pasta la van a tener que soltar en cuestión de días.

Me dejó ano-nadado (gentileza de un cómico de la tele) la intervención tan inteligente, tan versada en derecho, tan políticamente correcta de esta mujer, pero, a mi juicio, esa intervención estética no altera el hecho de que, quien carga con la fianza, ha perdido la confianza.

Otra cosa es si esa pérdida de confianza se extiende, o no, a la mayoría de los votantes, que estamos suponiendo que se dejan influir por esa pérdida de confianza. Si consultamos otra página del Blog, 'El Suelo del PP', en la que afirmaba que la motivación de sus votantes era el clientelismo, mas que la confianza, y admitimos que ambos supuestos, el de la confianza, el del clientelismo, están errados, pero no en su totalidad, podemos concluir que las noticias públicas sobre fianzas que afectan al PP, pueden influir en los resultados electorales, pero no de manera decisiva, acompañando a otros elementos más decisorios.

Antes de concluir, quiero matizar algunas cosas, que sospecho que habré dicho en algun lugar del blog, sobre sectarismo. El sectarismo, aplicado a la política, me parece un término excesivo, demasiado crudo.

En mi opinión actual --uno puede cambiar de opinión, no?--es mas justo, mas exacto, mas medido, hablar de dogmatismo ideológico, puesto que el sectarismo tiene unas connotaciones convivenciales y de secretismo, que exceden el compromiso político, por dogmático que sea.

Ahora bien, si se trata de estimar lo que va a suceder en las próximas elecciones, me limito a apuntar el conflicto interno que aparece claramente en el Partido Popular, pues muchos de sus votantes tradicionales tendrán sobre la mesa, además de las papeletas de su partido de siempre, la evidencia de la pérdida de confianza por cargar con sus fianzas, y por otro lado su lealtad a toda prueba.

Sospecho que aquellos votantes que tengan un sustrato ético similar al de su partido, no tendrán ninguna duda. A los demás, les digo, bienvenidos a la democracia.

En fin. Con Fianza.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 24 05 16.

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