Hace unas décadas, Paco Umbral publicó en El País una cosa que llamó, si no recuerdo mal, ' El Cosechón', un prodigio de prosa poética, algo rural, que causó sensación, hasta el punto de que algunos pensaron que Umbral estaba fumado cuando lo escribió, tal fué el alto nivel que alcanzó en aquel escrito.
Hoy he comprado El País, por circunstancias que enseguida aclararé, tengo sobre la mesa esa publicación, abierta por la página 35, 'El cerebro
de la Púnica (Marjaliza?) detalla la red de corrupción del PP en Madrid', leo la letra pequeña y como cita a Tomás Gómez (PSOE), me pregunto
si no debieran haber titulado ..la red de corrupción en Madrid, puesto que, al parecer, hay más de un partido que pescaba con esa red.
Pero lo que me mueve a asociar esa noticia con la celebre incursión de Umbral en el mundo rural, es una expresión que se atribuye a Marjaliza, 'Hay que sembrar, para recoger' otra expresión rural que explica, de manera sintética, cómo operó la trama de la Púnica en lugares de Madrid, sembrar, pagar comisiones, para recoger obras y contratos.
Es el caso que dejé de comprar El País hace muchos años, pero hoy, he ido al mercado a por un kilo de clótxina valenciana y media dócena de
palayas, porque tenemos comida familiar, luego he pasado por el Maravillas con intención de leer el periódico, pero estaba ocupado, total
que cuando he llegado al quiosco, ya no quedaba 'Levante', y me he conformado con el diario de San Cebrián, que no compraba desde hacía siglos,
y no tengo intención de volver a comprar, sobre todo desde que Cebrian, al salir en las listas esas de Panamá, en lugar de explicarse, ha arremetido con los medios que las publicaron, ha despedido a algún colaborador de la SER, y ha quedado ante sus lectores y simpatizantes
no como alguien que sale en papeles de un país considerado paraiso fiscal, sino como un mandatario de baja estofa,
más aficionado al autoritarismo que a la democracia.
Ambas visiones del país, la de Umbral, lírica, la de Marjaliza, utilitaria, permiten hacerse una idea de como han visto ese país quienes en los años locos, sembraron para recoger. Pensaron que era un gran campo virgen, en el que, sembrando adecuadamente, podían recoger extraordinarias cosechas, hasta tal punto esto fue así, que mas que señalar ahora los lugares del país donde se centró esa labor tan productiva
para ellos, es mas sencillo tratar de fijar donde esa labor productiva no se ha producido.
Convendría publicar un mapa, para situar esas extensiones, las afectadas por la corrupción, y las que permanecieron incólumes, si las hay.
Ahora andamos preocupados por las próximas elecciones, pero, sean cuales fueren sus resultados, ningún gobierno actual podrá reponer a los electores de los daños sociales que se han derivado de la política practicada durante años, de la siembra de sobornos para recoger favores,
que convirtió a este país, durante decenios, en el mas corrupto de Europa, sin contar el de Putin y alguno más.
El radicalismo de esa corrupción insertada en todos los aparatos del Estado ha sido tal, que escuchar a Rajoy meter miedo a los electores
por el supuesto radicalismo de la nueva política, da risa, pero, auténtica risa.
Estas elecciones próximas son una oportunidad para relegar al medio rural la expresión, sembrar y recoger, para elegir, preferentemente, a aquellos que no salgan al plano público para llevarse una buena cosecha, sino para servir a los electores, que para eso les pagan.
Esto es una opinión personal, pero sospecho que negar el voto a los de siempre, PP, PSOE, en la medida en que han estado mas involucrados que nadie en las 'Labores agrarias' de tan infausto resultado, puede ser un modo de votar por el cambio.
En fin. El Cosechón.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 18 05 16.
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