domingo, 8 de diciembre de 2013

CRÓNICAS DESDE BENIDORM (1)

PALOMAS.- Siempre me he preguntado porqué las palomas deambulan tranquilamente entre monstruos gigantes -nosotros- que tenemos una envergadura mas de veinte veces superior a la suya. ¿Se imaginan ustedes haciendo lo mismo, callejeando entre individuos de cuarenta metros de altura, sin manifestar ningún temor?

Esta mañana, con un sol luminoso, después de tomar café en L'Illa de Benidorm, hemos subido al mirador desde el que se domina todo el paisaje en busca de respuestas al comportamiento de las palomas, y hemos encontrado tres.
(...)
Papeo. Siempre hay una anciana con un carrito que distribuye uniformamente comida entre las palomas que habitan el lugar. 

Alas. Las palomas están dotadas de alas. Esa morfología les permite pirarse enseguida en caso de amenaza. 

Ausencia de depredadores naturales. Puesto que las palomas son una de las escasas especies voladoras que se acercan a los humanos para conseguir comida, --también los gorriones lo hacen-- esa casi exclusividad las libra de la amenaza de sus depredadores naturales. Es cierto que hoy se ha acercado alguna gaviota por aquí, pero se ha largado enseguida. Me ha parecido que tomaba la ruta mas corta hacia la Delegación de Gobierno mas próxima, a ver lo que podía trincar allí. 

Hoy se ve claramente desde la balconada del mirador el promontorio en el que se asienta el Castillo de Santa Bárbara en Alicante y se adivinan los contornos de la isla de Tabarca. Por cierto, las tejas que rematan las columnas del templete del mirador necesitan un repaso urgente, están muy deterioradas, supongo, a causa de las palomas. 

Después de estas observaciones, digamos, ornitológicas, hemos bajado al paseo de la playa de Levante. Me ha parecido que solo había media entrada en este lugar siempre atestado de gente, pero no faltaba un grupo de trileros, tratando de atraer con sus gestos y onomatopeyas a los incautos. Esta rara especie merecería también un estudio etológico pero, hoy, no toca. 

Terminado el largo paseo, cercana la hora de entrar en el comedor del hotel, antes de concluir la entrada, que he dividido en dos para no alargarme demasiado, diré que llegamos ayer tarde, estaba lloviendo, hoy, de momento, no llueve, y nos pareció bien el menú de la cena, queso brié, tortilla española y rosbif, y un buen surtido de postres 

Luego de cenar, nos dedicamos al bailoteo en el hotel y gastamos, con creces, el exceso de calorías que habíamos ingerido en la cena. Otra vez en Benidorm, si, y de momento, igual que siempre, estupendo. 

En fin. Crónicas desde Benidorm (1)

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 8-12-13.

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