LAS HORDAS

Todos ustedes habrán visto en el cine, o habrán leído, alguna vez, la crónica de las hordas bárbaras que, procedentes de Asia, arrasaron los pueblos de Occidente, a lomos de sus caballos bajo cuya silla llevaban una provisión de carne seca. Con esa simple logística realizaron sus conquistas pero, como eran nómadas, no permanecían mucho tiempo en las tierras conquistadas.

Ahora comenzamos a darnos cuenta de que hemos sido invadidos por otras hordas bárbaras, aunque estas usan coche oficial y se quedan durante lustros entre nosotros, llevan trajes bien cortados, utilizan aviones en sus desplazamientos de fin de semana, cuentan que Fabra lo hizo para ir a Marraquex en vísperas de la resolución jurídica que tumbó el Ere de RTVV, y no se van, aunque la desolación que produce su presencia es comparable a la tierra quemada que dejaban las hordas invasoras en tiempos de Gengis Khan.
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Veamos lo que ha sucedido en tierras valencianas tras la invasión, consolidada durante mas de quince años, del Partido Popular en el gobierno autonómico. El Banco de Valencia, Bancaja, Cam, máximas expresiones del sistema bancario autóctono han sido sacrificadas en la hoguera de la corrupción. RTVV, el máximo órgano de comunicación valenciano, desaparecido. Los primeros Clubes de fútbol locales, amenazados por cuestiones financieras relacionadas con la gestión de los bárbaros. El Arte, nada menos, fondos pictóricos importantes de la pinacoteca de San Pío V, desaparecidos o colgados en algún salón de un jefe bárbaro.

No me digan que este escenario, sin ser demasiado imaginativo, no se puede asociar a lo que quedaba en las aldeas medievales después del paso de las hordas bárbaras. ¿Como es posible que, ante estas evidencias, la población autóctona no haya materializado, ya, la expulsión de los bárbaros de su territorio político? Han podido hacerlo. A diferencia de la edad media, ahora hay mecanismos para expulsar a los bárbaros, por la vía del voto. ¿Nadie los echa?. ¿Que mas ha de ocurrir?. 

¿Es que quedarse sin bancos, sin televisión, con el fútbol en la cuerda floja, con el arte medieval colgando en la tienda de campaña del general invasor, no son razones suficientes para una expulsión fulminante, definitiva, de las hordas bárbaras?. ¿Es que alguien se cree, cuando aparecen Bellver o Fabra, en los periódicos (en la tele ya no salen, no hay tele) con sus ropas civilizadas, sus trajes bien cortados, su palabra, a veces, correcta, que estos tipos son distintos de los que arrasaron a lomos de sus caballos, con la carne seca bajo la silla, los poblados de Occidente? 

¿Es que acaso, cuando las otras tribus hacen lo propio en otras comunidades, como Madrid, véase el caso de Blesa y sus 9000 correos que salen ahora a la luz, González y su dudoso ático, el repulsivo portavoz Hernando y los demás jefes de la tribu hermana de la que aquí arrasa todo lo que toca, son expulsados para que vuelvan a sus cuarteles a uña de caballo?. No señor. 

¿Quizás es que Iberia es ahora un pueblo paciente y virtuoso, condescendiente con sus enemigos mas directos, los que les gobiernan? Si fuera así, creo que deberíamos felicitarnos. ¿O es que somos un pueblo acrítico, con tendencias ovinas, individualistas como antes de que se creara la primera tribu, sin conciencia de grupo, sin sentido de lo justo, sin nervio, sin impulso. No sé.

Información, no falta. Además de los periódicos de gran tirada, hay otros, extranjeros, o no, que dan una imagen mas crítica de la realidad. Le Monde Diplomatique presenta en su numero mensual un artículo de Rafael Correa, presidente de Ecuador, que da cuenta de la experiencia de su país con el tema de la Deuda, y opina que en Europa se están cometiendo los mismos errores que se cometieron hace años en América latina con este asunto que está condicionando actualmente las políticas sociales de los gobiernos europeos. 

Hay otras fuentes de información, alguna tele ajena a las emisoras públicas, y luego está la capacidad de poner el oído a lo que pasa en la calle. Nadie puede alegar falta de información. ¿Volverán a votar, cuando llegue el momento, a los mismos?

Los bárbaros se marcharon de Occidente, porque eran nómadas, y tal vez, se aburrían, añado yo. Los nuevos bárbaros, los que están haciendo de este país un lugar desolado no piensan irse, si no los echan. 

¿Entonces?. Ustedes tienen la palabra, cuando les pidan el voto, yo no me abstendría, los echaría. 

En fin. Las Hordas. 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 18-12-13.