He bajado al Maravillas mas tarde que de costumbre, porque tenía cita a las 8,30h en el ambulatorio, para dejar allí una muestra de mi sangre. El ambulatorio estaba petao, un tumulto de gentes guardaban turno en colas que no les correspondían o acudían a las ventanillas cuando no tocaba, pero esa acumulación de gentes que no sabían muy bien que hacer, era menos espectacular que las ausencias pues, al llamar la enfermera por su nombre a quienes esperaban, cuatro de cada diez nombrados no estaban.
No comparto la idea de que haya que multar a los usuarios de la sanidad pública que no hacen buen uso de sus servicios. Creo mas bien que es urgente una política de formación para que todos aprendamos a usarlos de manera correcta, eficiente y razonable, de forma que se reduzcan costes innecesarios y se mantenga la calidad de sus servicios, y su alcance universal.
No me importaría asistir a esos seminarios de formación, que se podrían impartir en los propios ambulatorios por personal titulado.
Reflexionaba sobre estas cosas, sentado en la sala de espera, cuando una compañera de teatro, guapa, con cabellos rubios naturales, unas gafas de montura de pasta negras, y un físico juvenil que ella se encarga de acentuar vistiendo las ropas de su hija, se ha sentado a mi lado.
Hola, que haces aquí, he preguntado...
Vengo a hacerme una analítica, y tu..
A que me saquen una muestra de sangre...
Para qué...
Para saber si es azul. He reclamado ser hijo de Juan Carlos y Corina...
Venga ya...no se puede hablar contigo en serio...
Es para saber cuantos milígramos de litio tengo en sangre..
Y eso....
El litio es un estabilizador del ánimo, pero por encima de cierto nivel es tóxico..
Y para que lo tomas...
Si no lo tomo, unas veces estoy muy arriba, y otras muy abajo..
Y ahora como estás...
Desde que te he visto, me he venido arriba...
Bueno, pues cuando terminemos, me buscas y tomamos una copa, antes de que te vengas abajo..
Perdona, me están llamado para tomarme la muestra...hasta luego
......
En la sala de extracciones me han indicado un mostrador en el que había dos enfermeras. Claramente, una muy experta y otra inexperta. Cuando la inexperta se ha dirigido a mi con intención de pincharme...Enrique...la he mirado fijamente y he dicho, si, soy Enrique, el que no tiene venas....pero la mas experta, que debe estar a punto de jubilarse, y no oye bien, ha dicho a voces a sus compañeras..Chicas, por fin entra uno aquí que dice que no tiene penas...
He insistido, me suelo desmayar cuando me pinchan varias veces...al final he conseguido que la inexperta se retire y me pinche la experta, en el lugar que yo he indicado, usando una palomita en lugar de una jeringa. A pesar de tanta precaución he salido con un hematoma considerable y una recomendación de la inexperta. Apriétese el algodón y cuando llegue a casa aplíquese Trombocid.
Al salir he visto que mi compañera de teatro se había ido. Antes de volver a casa he ido al Maravillas y le he dado un vistazo al periódico, nada de particular, lo de la tigresa Aguirre y los municipales en Madrid, ya saben.
Ahora caigo en la cuenta de que aún no he desprendido el esparadrapo que sujeta el algodón al hematoma del brazo. Concluyo esta entrada y me lo quito.
Es posible que mañana y pasado no aparezcan entradas nuevas en el blog. Nos vamos a la casa de la sierra. Hace un tiempo de puta madre. Ya era hora.
En fin. La Muestra.
LOHENGRIN )CIBERLOHENGRIN) 4 04 14.
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