viernes, 10 de febrero de 2017

CARLOS CANO

"He vuelto del Maravillas, donde he pasado un buen rato leyendo la prensa --nada digno de comentar, hoy parecía una revista de Sociedad con la alfombra roja en el Palau por la visita de Sofía  para asistir a la representación de La Traviata, y una engimática mirada de Plácido Domingo dirigida a Puig y los demás, que parecía expresar ¿que hacéis vosotros aquí?. Por cierto, ayer vimos un despliegue inusual de mantenimiento y limpieza dejando aquello como los chorros del oro-- leyendo la prensa, decía, y eligiendo entre la gama de nuevas tónicas que Tony ha dispuesto en el mostrador, sin azúcar, con sabores, clásica, al final, he elegido la peor, donde esté la Schweppes...lo demás, no interesa.

Nada más entrar en casa, he puesto el CD de Carlos Cano, ese que incluye un fado...'desde Ayamonte hasta Faro..' que me hace evocar nuestro viaje a Huelva y Portugal, y alguna canción con ritmo de pasodoble, con la intención de invitar a bailar a mi mujer, pero mi mujer no estaba.

Esta mañana, al ir a desayunar, todavía entre las brumas del sueño, le he dicho a mi mujer, he soñado que nos despertábamos, tú y yo, a las dos de la mañana, y pasábamos un buen rato follando. --No lo has soñado, lo hemos vivido. --No puede ser, todavía, a los setenta y tres, después de más de medio siglo de matrimonio, aún nos apetece hacerlo juntos?

--Que quieres, desde que tomaste aquellas pastillas para dormir, tú mismo dices, y hasta creo que lo has dicho en el blog que sufres erecciones nocturnas prolongadas, y hasta dolorosas, no?

--Sí.

--Entonces de que te extrañas, tu siempre has sido un tío algo raro y ahora, en la senectud, también, porque habrías de dejar de serlo?.

Total, que mi mujer no estaba. Hoy tenemos comida familiar y habrá salido a buscar algo que le falta. Aunque en el fuego de la cocina he visto el cacharro con los calamares guisados reposando, y la pasta de las croquetas preparada para ponerlas en la sartén cuando lleguen los comensales.

Carlos Cano fué un artista que me llegó al corazón. La letra de alguna de sus canciones me trasladaba a mi infancia ... '..y la vió muerta en el río, que el agua se la llevaba...Ay corazón le decía su novio...ay corazón al mirarla tan guapa'

Puede parecer raro, pero veo a mi mujer igual de guapa que cuando, a sus diecisiete años, nos encontrábamos en la calle para acompañarla a su trabajo, ella ladeaba la cabeza y sonreía, con sus magníficas piernas ceñidas por una falda de tubo de la época, y esa imágen, nunca me ha abandonado.

No es solo que, físicamente, mi mujer hoy aún  evoca a aquella muchacha, es que su riqueza interior, su calidad humana, ha sido para mi, en otras épocas de azarosa salud, un sustento moral y sentimental sin el que yo no habría llegado hasta aquí. Encarna, te quiero, te estoy agradecido por existir, y por hacerlo a mi lado desde casi siempre.

Carlos Cano no fué solo un cantante más, unas veces destilaba ironía en sus letras, 'Maruja Pérez Limón', otras, sentimientos románticos, tan melancólicos como en su evocación del Fado, en 'María la portuguesa' o evocaba experiencias de vida social capitalina...'París...', al tiempo que visitaba el localismo de los pasodobles, pero mi mujer no está ahora, y temo que voy a quedar con las ganas de bailarlo con ella.

--Hola, ya estás aquí...

 --He ido a llevar una botella de aceite usado al camión que lo recoge, pero ya se había ido..

--Anda ven aquí..vamos a bailar un pasodoble...'un pasodoble torero..'

--Quita, quita, estás sonao?...

 --Claro, no lo sabes...

 --Anda, vete a escribir al blog...yo he de preparar la cazuela de arroz al horno, hoy voy retrasada.

 --A la órden.."

En fin. Carlos Cano.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 10 02 17.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios