jueves, 9 de febrero de 2017

EL BURKA

"Estoy tomando café con dos ex compañeras de formación en centros municipales y me preguntan por el Burka. ¿El Burka?, y yo que sé, no conozco Afganistán, ni la cultura iraní, no sé nada de la yihad, ni nada de eso.

Solo se me ocurre, no sé, una reflexión sobre el Burka mental y social que todavía llevan puesto, aunque no se vé, muchas mujeres en la cultura europea. Una sociedad patriarcal, herencia de la estamental, que durante tantos siglos ha predominado en el occidente cristiano, no es fácil de erradicar con textos jurídicos sobre la igualdad de género, sobre todo porque las mujeres se han incorporado, sí, a los mercados laborales, pero, si mi memoria no me falla, no lo hicieron masivamente hasta después de la segunda guerra mundial, después de haber demostrado en las fábricas de armas su habilidad manual.

Esta incorporación de la mujer al trabajo externo al hogar, no excluyó que buena parte de ellas siguieran con la tradicional división de tareas, el hombre trabaja fuera de casa, la mujer guisa, limpia y cuida de los niños, y no ha sido hasta épocas recientes que esa división de tareas ha sido alterada, en muchas ocasiones con el resultado de que la mujer trabaja fuera de casa, y además, guisa, limpia y cuida de los niños.

¿Es esto un progreso en la igualdad de género?  o muchas mujeres todavía llevan, y asumen que deben llevarlo, ese burka invisible, mental y social, que tiene un orígen histórico en modelos de sociedad ancestrales, que todavía perviven, pese a la revolución electrónica de Internet, del Big Data.

Me he preguntado, a menudo, la vía por la que se transmite el machismo a través de las diversas èpocas históricas, y en ocasiones he dudado si es el matriarcado, la influencia de la mujer en la educación de los hijos, un elemento esencial en su transmisión generacional, pero, ahora, veo los contenidos de la publicidad, como abundan los spots que quieren apropiarse de las diferencias de género como una virtud comercial y dudo de qué influencias son mas efectivas en la transmisión de las actitudes machistas.

Lo cierto es que la legislación puede ayudar a erradicar estos atavismos, pero tiene que actuar, sobre todo, en el ámbito de la conciliación familiar, en establecer horarios mas racionales, que permitan una división de tareas equilibrada entre varones y mujeres. La cocina, la limpieza, el cuidado de los hijos, son tareas para las que cualquier hijo de vecino está preparado, pero si la matriarca que lo cuidó, o la publicidad televisiva, le empujan a rechazar esas tareas como impropias de su sexo, pues, no hacemos nada.

No sé nada de Burkas, les he dicho a mis compañeras, no conozco las culturas de donde vienen, pero vosotras, madres, esposas, tenéis, habéis tenido el poder de educar en la igualdad, o en el sexismo. Ahora, yo os pregunto, ¿Como lo habéis hecho? De vuestra respuesta se deduce si en este país todavía usamos o no el burka, aunque no sea visible."

Es un punto de vista, probablemente erróneo, no sé.

En fin. El Burka.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN 9 02 17.

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