"Ahora que la memoria de Rita Barberá Nolla ha sido objeto del homenaje de sus más próximos, sus cenizas andarán donde sus deudos las llevaran, ya no hay causas judiciales vivas que afectan a su persona, es momento de intentar una semblanza sobre su vida personal y política, al menos para desacreditar a aquellos de sus compinches políticos que imputaron su óbito a la prensa canalla que se cebó con ella justo en su peor momento.
Hoy, ¡a las nueve de la mañana!, pero es que estos tipos no descansan, alguien ha enviado al móvil de mi mujer, una noticia? relacionada con el fallecimiento de R.B., vaya usted a saber si es exacta o inventada. Según esa fuente, la causa del fallecimiento ds R.B fué un fallo multiorgánico originado por la cirrosis hepática que padecía.
Sin negar la crueldad de la prensa cuando se ensaña con alguien, si esta noticia está avalada por la autoridad forense,
queda claro que lo que dijeron algunos portavoces y miembros del PP en relación con los ataques de la prensa fué, como siempre lo hacen, una exageración, un intento de deformación de los hechos.
Ahora parece ser, si damos crédito a ese diagnóstico, que R.B. fué, sobre todo, con independencia de sus preferencias
y adscripciones políticas, una persona excesiva, en todo, y que al final, cayó víctima de sus excesos.
El principio del deterioro de la imágen pública de R.B., para cualquiera que estuviera presente en aquel acto, se sitúa en su discurso del 'caloret', en aquel acto fallero en el que dió muestra de su incapacidad política, al dirigirse a los ciudadanos en un estado de embriaguez que le impidió comunicarse con ellos con un mínimo de dignidad.
Otro gesto de R.B., su abrazo solidario a Serafín Castellano, luego investigado por corrupción, 'Qué hostia..qué hostia', marcó su primer fracaso electoral, después de más de veinte años de éxito político en el gobierno de una ciudad de ochocientos mil habitantes, la tercera en importancia del ámbito nacional.
Pero, quizás la imágen más patética de su annus horribilis fué la de su soledad parlamentaria, inducida por sus compañeros de partido,algunos de los cuales tuvieron la hipocresía de imputar su desaparición a los excesos de la prensa. La hipocresía no es patrimonio de nadie en particular, pero algunos hombres y mujeres del PP parecen considerarla un arte social, a juzgar por la insistencia con que la practican.
Nada de lo que haya sucedido en los últimos tiempos cambia el hecho de que R.B. fué un sujeto político excepcional, sobre todo por su permanencia en el poder, por su energía política, tan rara de reconocer en sus colegas.
Desde mi punto de vista, el azar hizo que R.B. naciera en una familia comprometida con el franquismo. Un Barberá controlaba la información pública desde una Asociación de la prensa franquista, mientras otro cuidaba la información sensible, desde su condición de inspector de policía. Con esas raíces, no es de extrañar que R.B. ingresara enseguida en Alianza Popular.
Ahora bien, mi percepción del personaje, de su energía política, me dice que, si hubiera nacido en una familia republicana en el exilio, a su vuelta a la democracia habría alcanzado igualmente el nivel, casi inalcanzable para otros, que marcó su experiencia política.
Conviene precisar que las aficiones de cada uno corresponden a su dominio personal, y para nada deben considerarse al trazar una semblanza política. R.B. ganó casi todas sus contiendas electorales, dominaba los mercados, no el Ibex35, sino los de frutas y verduras, en esos ámbitos populistas derrotó en las urnas a sus oponentes, una y otra vez, con la paradoja de que Aurelio Martínez, uno de los mas vapuleados, aún sigue en política, ahora preside el Puerto, sin que sepamos de sus méritos electorales para ello.
En cuanto a la herencia política que deja Rita, por un lado están las dudas sobre la financiación de sus sucesivas campañas electorales, en cuyas finanzas se anda buscando el dinero sucio.
Luego están sus realizaciones municipales que permanecen. La fuente ornamental instalada en la rotonda debajo de casa, cuya belleza ha inspirado alguna página del blog, es un testimonio de la política urbanística de R.B.
Como algún emperador romano que, a la vez que daba un cargo público a un caballo, promovía obras como el Coliseo de
Roma, el Teatro de Mérida o el Circo Máximo, para solaz de su pueblo, como si aquello fuera la Fórmula 1 de la época, la égida del PP en la comunidad valenciana, de la que R.B. fué su símbolo más permanente, ha dejado huella de su paso en forma de la arquitectura de Calatrava (un proyecto socialista) junto a los caprichos de la emperatriz, como el Puente de las Flores, un empeño personalista exclusivo de quien tanto mandó aquí, durante tanto tiempo."
Uno, que es agnóstico, no puede imaginar la vida después de la muerte, pero para aquellos que si lo creen, y ya nos han dejado, que se vayan preparando, si andan por esos cielos, porque estoy convencido de que R.B. andará ya reorganizando las estructuras de poder de los partidos celestiales. No puede parar.
En fin. Necrológica.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 6 02 17.
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