jueves, 10 de agosto de 2017

RETRATOS

"En otro tiempo, era frecuente en las viviendas familiares ver retratos colgados en la pared, con la imágen de personas que vivieron en tiempos arcaicos, abuelos, bisabuelos, tíos segundos, o terceros, a los que no siempre habías conocido, por lo que la única referencia sobre su carácter era la expresión de su rostro en blanco y negro.

Parece una información escasa para hacerse una idea de quienes fueron, de cómo fueron, pero esos rasgos indican, por lo menos, a que rama familiar pertenecieron, y con la información que te procuran los actuales pervivientes de esa rama, puedes aventurar algún juicio, más o menos subjetivo, sobre lo que debieron ser, cómo debieron ser.

Ahora mismo, el retrato cuya imágen más se repite, más se divulga cada día en las primeras páginas de los diarios, es el de Rajoy. Por cierto esa repetición se observa en sus declaraciones, siempre las mismas, pero a mi, más que lo que dice, me interesa su imágen, que no es difícil imaginar que se corresponde con la de alguien de otro tiempo, un bisabuelo quizás, el abuelo creo que fué mas progre, alguien de otro siglo, de otra época, que por una broma del destino rige ahora los avatares de un país en el siglo XXI, un tipo decimonónico, traído a la actualidad por los azares de la política.

No es solo su condción de Registrador de la Propiedad, una profesión que no existe en todas partes, en USA parece que es el mismo encargado de la gasolinera en un pueblo del Medio Oeste quien te pone un sello en un papel para legalizar algún acto administrativo, tampoco sus trabalenguas estúpidos cuando se expresa en público, es cómo lo diría, ese aura de señor antiguo, muy antiguo, como de otro tiempo, que evoca, fielmente, los retratos de los ancestros que colgaban de las paredes en las casas antiguas. Por mucho que se hayan filtrado algunas imágenes suyas bailando salsa en una fiesta privada, la repetición incansable en la tele pública de sus paseos matutinos vestido con sus absurdas ropas seudo deportivas, anulan la supuesta modernidad de algún rasgo de su carácter.

Rajoy ha tenido pocos votos pero más que nadie, lo que lo legitima para su ejercicio político. También Trump, a falta de aclarar lo que pasó en realidad en el proceso electoral que le hizo presidente, tiene, por ahora, esa legitimidad, pero ahora la está utilizando para augurar un futuro de furia y fuego que tiene algo acojonada a media humanidad, solo la que lée periódicos.

Lo de Rajoy no tendría importancia, de no ser porque va acompañado de otras efigies antiguas, como la de Zoilo, el sureño ministro del interior al que se le va de las manos de un modo ostensible la estrategia de fronteras, cada día hay allí un roto o un descosido, y solo se le ocurre como solución cerrar la frontera a los intercambios de un lado y otro, justo lo contrario de lo que promueve su jefe, por lo del PIB.

Salvo un par de ministros, o tres, si colgaran de las paredes los retratos de la mayoría del gobierno, con su presidente al frente, sospecho que tendría la misma sensación que cuando, de niño, observaba con curiosidad los rostros de los personajes familiares, a los que no había conocido, y trataba de adivinar a que rama familiar pertenecían.

No se puede negar legitimidad democrática a quienes hsn sido elegidos por el pueblo, aunque sea en minoría. Es igual de legítimo expresar la opinión de que quienes los han elegido, deberían haber hecho antes un curso para identificar cualidades o insuficiencias a través de las imágenes de los candidatos."

En fin. Retratos.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 10 08 17.

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