jueves, 31 de agosto de 2017

RUFIANES

"Hay una nueva generación de políticos en este país que, cada vez que se expresan en público, causan algo de escándalo. El Rey de estos chicos incorporados a la política en edad temprana, con supuesta falta de madurez es, me parece a mí, Rufián.

Si uno se apellida Bueno, es por algo, si se apellida Rufián, también.

No es el único. La foto de Marzá, que aparece en la 6 de 'levante' de hoy, revela, al margen de cualquier etimología de su apellido, con la presencia física de su rostro, la pertenencia a la misma generación de Rufián y la misma tendencia al conflicto, en este caso, en la Educación.

Otro político controvertido, Grezzi, empeñado en pacificar el tráfico urbano, consigue poner en pié de guerra a una parte de la ciudad, cada vez que impone alguna medida, aunque el orígen de su apellido suena a italiano, parece primo hermano de Rufián.

Y la foto de Carlos Galiana embadurnado de tomate en Buñol, en la 3, cierra esta galería que solo es el pretexto para una reflexión sobre la política, nacional o local, ahora mismo.

A pesar de que en sus intervenciones no se ocupan de las formas de la cortesía parlamentaria o municipal, coincido en algo con todos ellos, su rechazo a los resabios que todavía se observan de un sistema autoritario, obsoleto, pero todavía vivo en los corazones de esos otros políticos, más corteses y educados en la forma, pero con el corazón podrido por los restos del absolutismo que ha prevalecido en este país durante siglos.

Hay un contraste latente en los modos de hacer política de unos y otros, por eso yo me decantaría, más que por el predominio de la nueva generación de políticos, malcarados, maleducados o inmaduros, pero con razones que avalan sus posiciones políticas, por gobiernos compartidos, bipartitos, tripartitos, cuatripartitos, en los que la acción política fuera una buena suma de impulsos y reflexión, de energía y de buenas formas.

Si hay que excluir a alguien de esas coaliciones que sea, por supuesto, a aquellos que tienen el corazón más podrido de absolutismo, aunque conserven las formas de la cortesía parlamentaria o municipal.

Algo parecido tenemos aquí, con los acuerdos que condujeron a los gobiernos autonómico y municipal, y no nos va tan mal, aunque las trazas de inmadurez y falta de formación, digamos diplomática, den pasto a los medios para la crítica de la acción política, por otra parte, tan propia de cualquier sistema democrático.

Yo recomendaría, a quienes protestan de manera sistemática por la bisoñez o la inoportunidad de algunos políticos de la generación de Rufián, que visionen una película de la España de los cincuenta, incluso más tardía, 'La Escopeta Nacional', observen bien los tipos presentados por Berlanga, buena parte de ellos con el corazón podrido por siglos de absolutismo y traten de averiguar si queda algo de aquello tras los muchos políticos maduros y con buenas formas expresivas que circulan por nuestro entorno, y, si es el caso, que huyan de votarlos como de la peste, pues si algo tiene de perversa nuestra sociedad actual, es la permanencia en sus instituciones de tipos con esa herencia familiar, aunque no se llamen Rufián."

Esta tontería matutina me ha sido inspirada por la imagen de Galiana cubierta de tomate en las fiestas de Buñol, conviene aclarar que ha sido solo un pretexto, todo el mundo tiene derecho a embadurnarse de tomate, también los políticos, algunos lo hacen cada día, metafóricamente.

En fin. Rufianes.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 31 08 17.

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