domingo, 28 de octubre de 2018

¿GRAFÓMANOS?

"He leído varias veces la expresión 'grafómano' referida a personas no profesionales que se empeñan en invadir los espacios propios de periodistas y escritores reconocidos, aunque suelen hacerlo desde las redes sociales, no con ánimo de informar o debatir, sino para satisfacer un impulso irracional, la grafomanía, que poco tiene que ver con el uso profesional del lenguaje.

 ¿Seré yo uno de esos grafómanos?, me pregunto cada vez que veo escrita esa expresión. En particular, me lo pregunté, cuando leí, hace años, cuando Internet comenzaba a competir con la literatura impresa, un artículo de Ruiz Zafón, un escritor que comenzaba a ser leído masivamente, en el que afirmaba que escribir en Internet era como lanzar un mensaje en una botella a la inmensidad oceánica.

Algo de razón tuvo Zafón, pues las estadísticas del blog demuestran que mis mensajes llegan a tres, a veces 4, continentes, como si esto fuera una editorial con delegaciones en Europa, Asia, Oriente Medio, Oceanía. En ocasiones, pongo una receta de cocina y es leída el mismo día, desde Japón, Bangladesh, Hong Kong. Raro, ¿no?.

Pero lo que motiva esta página es eso de la grafomanía.

Levantarse por la mañana, sentarse ante el teclado y, a partir de una sola palabra, sin consultar fuente alguna, escribir tres mil palabras más, ¿es eso grafomanía?. Levantarse por la mañana, rodearse de dos docenas de fuentes literaras o lingüisticas, y tirarse tres horas consultándolas, antes de escribir una sola palabra, ¿es eso profesionalidad en la escritura?

Intuyo que no se trata de calificar cada modo de expresión, sino de que quien escribe, lo haga en el soporte que lo haga y trate de lo que trate, aporte algo de sí mismo, recurra a otras fuentes si lo considera necesario, o fie en su memoria, en sus lecturas o experiencias y al final, aporte algo, aunque sea poco, a la propia experiencia del lector.

Si lo hace por una motivación económica, para ganarse la vida, está bien, si lo hace por pura afición, como un modo de enriquecer su cultura, o la opinión ajena, está bien, siempre que su escritura no esté adulterada por dinero ajeno que trata de manipular o confundir a la opinión, con fines lucrativos.

Concluyo: Me da igual que nos llamen grafómanos, o no, a quienes dedicamos parte de nuestro tiempo a divulgar opiniones o experiencias, o simples estructuras imaginarias, en un medio que no coincide con los intereses editoriales de prensa, revistas, o creaciones literarias. Yo estoy bien aquí, en una Red Social.

Lo que empieza a molestarme de las redes sociales es el uso que hacen de ellas los políticos, y su influencia en los debates parlamentarios, hasta el punto de que el último que he visto por la tele, parecía, efectivamente, una performance.

Por favor, ya está bien, una cosa es que los aficionados degrademos en la red el periodismo o la literatura, otra es que, con sus imitaciones, algunos políticos degraden los debates parlamentarios, hasta el punto en que lo están haciendo."

Ya está bien.

Hemos vuelto sanos y salvos de Lagunas de Ruidera. Ya lo ven, no era un epílogo

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN 21 10 18.

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