viernes, 26 de julio de 2019

BERKLEE

"He bajado al Maravas, después de las ocho de la mañana. Hacía un fresquito muy agradable. Mientras tomaba un descafeinado del tiempo, he ojeado el Urbam, el suplemento de la prensa local de hoy, sin poder leerlo porque llevaba, por error, unas gafas de sol de mi mujer.

Ahora tengo aquí el Urbam, porque Tony me lo ha regalado, y observo que en su página 6 lleva una entrevista a Juanes, un profesional, un grande de la música, que ha ganado 26 premios Grammy y Grammy latinos.

Ha sido elegido persona del año por la Academia Latina de la Grabación, por el talento demostrado en su arte creativo y al final de la entrevista dice lo siguiente:

 "Estoy cien por cien seguro de que se puede lograr a través del arte,(un cambio social con la música), no específicamnte en el sentido de que una canción vaya a cambiar la forma de ser de las personas pero el arte en general sí ayuda a entender quien eres y de donde vienes, a donde vas. Es un tema demasiado importante que, desafortunadamente, no está presente en las agendas de ningún país a nivel de gobierno. Es como que siempre la cultura la van dejando para atrás un poquito y creo que es más importante"

Cuento esto como preámbulo de un acontecimiento cultural al que asistimos ayer, con Lola y Antoni, y que es un ejemplo de colaboración cultural entre dos instituciones, en este caso, de la Universidad de Berklee de Estados Unidos y la Ciudad de las Artes y las Ciencias, de València.

Los de Berklee tienen aquí una sede permanente, cedida por Cacsa, y todos los veranos ofrecen conciertos de sus estudiantes de música en el escenario ahora instalado junto al lago en el Palau de les Arts.

Es cierto que no se trata de profesionales consagrados, como Juanes, sino de jóvenes estudiantes, pero quien sabe si alguno de ellos alcanzará la fama y el reconocimiento internacional que aún no tiene

Lo que me parece digno de elogio es que una universidad norteamericana y una entidad local, hayan alcanzado un convenio para potenciar la cultura musical.

Paso a la crónica del concierto:

A las siete y media tomamos el bus 35, con las sillas plegables al hombro y nada más sentarnos en el recinto del concierto, comenzamos a notar una brisa fresca que en si misma justificaba nuestra presencia.

El móvil de Encarna sonó, era Lola que se iban a retrasar.

Comenzo el recital con un primer número de percusión con cajones de madera. Siguieron varios grupos con voces e instrumentales. A todo esto, el público se había arremolinado frente al escenario mezclado con los jóvenes artistas esperando para actuar.

En un momento dado escuché decir a una jóven, que yo creía que era del público, y luego salió a cantar Mary Popins,, 'me estoy cagando encima'.

LLegaron Lola y Antoni, a tiempo de presenciar más de la mitad del concierto y, cuando todo terminó, buscamos un restaurante cercano para cenar.

Todo estaba lleno, al final recalamos en un chino con nombre flamenco. María de la O, que estaba vacío, y cuando nos sirvieron y nos dieron la cuenta entendimos porqué.

Las gambas con verduras llevaban patatas, no verduras, y los precios de la carta no se correspondían con los que había que pagar.

Terminada la cena rarita, fuimos al coche de Lola, nos vinimos a casa y jugamos una partida al Rummy., que ganó Antoni, por goleada."

Hoy volvemos a otro concierto de Berklee, pero nada de cenar por ahí, nos llevaremos la tortilla de patatas en el taper.

Un saludo cibernauta.

En fin. Berklee.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 26 07 19.

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