HOY, PAELLA

"Anoche vinieron a casa Lola y Antoni, bajamos a La Fuente, donde había reservado una mesa, y tomamos un par de cervezas, unas copas de vino, una ración de puntillas, otra de queso frito, una ensalada de ventresca de atún, y unas croquetas estupendas, total 37 euros, bien, ¿no?.

Luego jugamos, en casa, un par de partidas al Rummy que ganó, como siempre, Antoni.

Hemos quedado para hoy, para acudir, a las siete y media, a la feria gastronómica de Tapinería.

Hoy es sábado y tenemos la costumbre de recibir a nuestros hijos y nietos, alrededor de una cazuela de arroz al horno, pero, para variar, mi hija Mónica nos ha ofrecido su casa --reside en El Saler-- para ir a comer la excelente paella de pollo y conejo que prepara, salvo cuando a veces se despista con la relación entre caldo y arroz.

Su casa es un adosado en una urbanización con piscina, así que he de comprobar, ahora, si el bañador meado que puse en la lavadora ya está limpio, porque pienso bañarme en la piscina.

La paella de Mónica, que cocina en una terraza exterior, suele ser de un sabor y un punto de arroz estupendos, pero, además, se toma la molestia de ir a primera hora a una pescadería de Pinedo y vuelve con una bolsa de clotxinas, pescaditos, calamares y otros manjares del mar que convierten el evento en una auténtica fiesta gastronómica, como a la que asistiremos esta noche.

El verano, al menos por aquí, es así, propicio a las fiestas, los conciertos, los banquetes más o menos chulos, pero yo, lo que prefiero de todo esto, es la paella de Mónica, no solo por la comida, sino por el clima familiar que procura la compañía con mis hijos y nietos, aunque hoy, no sabemos si seremos ocho o seis."

Un saludo cibernauta.

En fin. Hoy, paella.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 13 07 19.