COMIDA FAMILIAR

"Hace años que seguimos este ritual de reunión familiar, pero el sábado pasado, a causa de la ola de calor, lo suspendimos por dos razones, para que Encarna no pasara toda la mañana en la cocina, y para que nuestros hijos no tuvieran que venir a la hora de mayor calor, pudiendo evitarlo.

Ayer llamamos a nuestros hijos para confirmar la cita de hoy. Uno estaba en viaje de trabajo en Portugal, no para, cuando no está en China, está en otra parte, pero nos confirmó su asistencia, junto a su pareja, a la comida semanal. Los otros dos, también acudirán, puntualmente, uno con nuestros nietos.

Ayer, Encarna preparó la masa para las croquetas de ave, y esta mañana hemos ido al mercado a por las costillas, las morcillas y el tocino para el arroz al horno, un quilo de clotxinas valencianas, el bacalao desalado con pimiento, la lechuga y los tomates para la ensalada, el queso de cabra para los montaditos, los pistachos, algo más que no recuerdo y la sandía para el postre.

Esto de las comidas familiares me lleva, sin intención, a mi infancia, cuando vivía con mi familia en un bajo de una antigua calle del barrio de Russafa que cambió de nombre. En el piso de arriba vivía parte de nuestra familia.

Tengo la imágen en mi memoria de un mantel blanco, impoluto, que cubría la mesa de nuestras comidas familiares y juraría que recuerdo el aroma de las chuletas de cordero y el all i oli, y la jarra de cristal con la que iba a por cerveza a la taberna del barrio, aunque no debía tener más de siete u ocho años.

Este recuerdo me parece tan entrañable, que celebro que mis hijos se hayan adaptado a este ritual con tanta facilidad, gracias al mérito de Encarna, pues Quique le da a su arroz con una potencia extraordinaria, y por muchos que sean los aperitivos que ponemos, al final no sobra nada en la mesa.

Ignoro porque estoy escribiendo hoy de mi familia y sus costumbres. Tal vez sea porque en estos días tan calamitosos de la vida política de este país, la familia es un reducto que compensa de esos sinsabores públicos."

O será que me estoy haciendo viejo y romanceo más de la cuenta.

¿Quien sabe?

 Un saludo cibernauta.

LOHENGRIN CIBERLOHENGRIN)  6  07 19.