sábado, 8 de junio de 2013

EL CINCO POR CIENTO

Anoche me acosté tarde y he dormido poco. Tal vez por eso he bajado al quiosco un poco grogui, me he entretenido lo justo para coger del expositor el último ejemplar de 'Levante' que quedaba, irme sin pagar y subir a casa, donde, antes de darme una ducha para espabilarme, me he colgado de la L del titular y he practicado cien abdominales.

Ahora estoy frente a la pantalla del ordenador, en pelotas, pensando si me pondré la camisa militar o la hawayana, de lo que no tengo dudas, es de que asunto escoger para la  entrada del día, porque el titular gordo de la primera me lo da hecho.'Los expertos proponen bajar las pensiones casi un 5% cada diez años si persiste la crisis económica'.
(...)
Punto uno. Tengo serias dudas de que existan expertos que se puedan pronunciar sobre el asunto del titular, las pensiones y la crisis. No dudo que sean expertos en lo suyo, pero es imposible que existan expertos en el análisis y la solución de una situación, mal llamada crisis, que no tiene precedentes en los últimos cincuenta años, por lo que todo experto así llamado carece de experiencia en la materia.

Punto dos. Nos empeñamos en llamar crisis a una cosa que no lo es. Se llama crisis al punto de inflexión en una situación determinada, susceptible de ser representada por medios estadísticos. Esa curva cuya dirección se trunca en un momento dado y en lugar de seguir una trayectoria ascendente, inicia una caída vertiginosa, refleja un momento de crisis.

Seré mas concreto, en España, el espacio temporal en el que se produjo la caída del Ibex 35, desde los dieciséis mil puntos, o por ahí, hasta, digamos, los ocho mil quinientos, hubo crisis. Ahora bien , el tiempo que transcurre desde que se produjo aquel suceso, que marcó la caída brutal de los demás indicadores, hasta ahora mismo, y no sabemos hasta cuando, ya no es una crisis, sino una situación de depresión económica.

Si no llamamos a las cosas por su nombre, como sucede en los novelones de familias burguesas venidas a menos, donde nadie dice la verdad, todos ocultan sus miserias, es poco probable que lleguemos a controlar la situación. 

Mas preocupante aún es el subtítulo, 'El grupo de "sabios" entrega su informe al Gobierno'. Que yo sepa, no existen sabios entre comillas y otros sabios sin ellas, por lo que, en principio, dudo que la sabiduría, sin comillas, esté implicada en este asunto.

En alguna página del Blog, 'Sabios y listos', aventuré que sabios eran quienes tenían dudas (no porque yo dude me tengo por sabio, ellos las tienen en asuntos de mas enjundia), y listos quienes cogían un papel de los sabios que dudan y lo convertían en certezas en nombre del pragmatismo, ya se que suena sentencioso, pero es lo que hay. 

¿Cual es la realidad?, según yo la veo, la realidad es que estamos en una situación de depresión económica, que no tiene precedentes cercanos, no es una crisis puntual, energética, financiera, de competitividad, sino una compleja combinación de diversos factores que parece estar aquí para quedarse, mas de lo que quisiéramos. 

Sobre todo, porque tenemos la mala suerte de que esas dificultades objetivas  coincidan ahora con las posiciones ideológicas de un gobierno reaccionario que en su afán de darle la vuelta al calcetín del Estado social, profundiza los efectos sociales negativos de lo que fue una crisis y ahora es una depresión.

En la página 'Directores', aludí a los distintos estilos de dirección, bien de una empresa o de un país. Mariano Rajoy, Registrador de la Propiedad de profesión, dirige este país. Tengo dudas de si lo hace desde la independencia de criterio (respecto a Europa ya sabemos que no) o depende en sus decisiones de otros poderes. 

En la dirección de un país existe, siempre, un componente de representación, en el sentido actoral del término. Rajoy se me antoja un mal actor, de esos que siempre se interpretan a si mismos, carecen de esa habilidad dúctil para incorporar un personaje distinto.

Lamentablemente, siempre que veo a Rajoy, quien, supuestamente, nos ha de sacar de la depresión, junto con nuestro esfuerzo, claro, veo al tipo sentado en la mesa de su oficina del Registro, un burócrata que no parece dotado de lo que hay que tener en una situación como esta.

Pasa en muchos gobiernos. Sus máximos responsables no están a la altura, aunque cada uno reacciona de modo distinto ante su impotencia para controlar una situación, con languidez, en el caso de Rajoy, o con represión y violencia institucional en el caso de Erdogan en Turquía.

Suele haber algo en común entre esos distintos tipos de gobernantes desbordados por las circunstancias, la tentación autoritaria que, a veces, se manifiesta con vehículos blindados y gases lacrimógenos, y otras quitando y poniendo jueces en los tribunales hasta obtener órganos que sigan la senda reaccionaria del gobierno de turno, que al parecer es lo que está pasando aquí con el Tribunal Constitucional, que el gobierno reaccionario trata de blindar ante la avalancha de recursos contra leyes que tratan de desmantelar situaciones sociales consolidadas, solo con la legitimidad de la mayoría absoluta electoral, pero con intenciones y argumentos de dudosa legalidad. 

Total, que me he deslizado desde la economía, y las pensiones, hacia cosas de las que no entiendo un pijo. Lo cierto es que si las propuestas de los expertos consisten en reducir las pensiones a la mitad mediante rebajas sucesivas,lo que van a conseguir es que el consumo de mas de nueve millones de personas se reduzca en la misma cuantía. 

No me parece mal que contengamos un poco el consumo, pero cuando se parte de las cifras actuales, que no son para tirar cohetes, si me llega tal reducción, es decir, si mi esperanza de vida es tan larga como dicen, que no lo creo, por mi condición de fumador, cuando llegue a los noventa, mi pensión igual se queda en dos euros mensuales, como el primer salario que cobré a los doce años y mi paso por el mundo habrá resultado ser un círculo perfecto.

Es difícil afrontar una situación como la que atraviesa no solo nuestro país, sino otros con economías semejantes, pero mi impresión es que tratar de hacerlo desde la ideología neo conservadora, en lugar de aplicar una combinación de pragmatismo y sabiduría, sin comillas, a la solución de los problemas colectivos, solo nos lleva a prolongar el sufrimiento de los millones de personas mas vulnerables al estado de depresión económica en el que estamos estancados y eso, además, no es bueno para resolver los problemas de las empresas y del país. 

De igual modo que la política represiva de Erdogan no sirve a largo plazo para contener las demandas sociales y las gentes protestan, le piden que se vaya, porque Erdogán deja construir un centro comercial en un parque público, aquí cada vez un número mayor de ciudadanos vería con alivio que Rajoy volviera a su mesa de despacho de registrador, no tanto por la ley de costas, que consolida la construcción en suelo prohibido, sino porque Rajoy es incapaz de construir un país nuevo, sobre el viejo que ha heredado, que no esté diseñado desde la ideología mas reaccionaria, y  si no tiene en cuenta la diversidad que reclama ser tenida en cuenta, no podrá construir nada duradero. 

En fin. El cinco por ciento.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 8/06/13.

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