miércoles, 12 de junio de 2013

UNA DE ESPÍAS

He bajado a tomar café al quiosco bar, pero no había café. La cafetera se ha estropeado y el hombre de mantenimiento que se la ha llevado, a diferencia de algunos talleres de reparaciones que cuando dejas el coche te prestan otro para ir tirando, luego de informar de que la cafetera padecía una avería grave, después de diez años de servicio, no ha enviado otra para sustituirla.

Mari, la quiosquera, al saber que se iba a quedar sin cafetera, llenó una botella de plástico de litro y medio con el último servicio y ahora ofrece ese café a temperatura ambiente que, con el ambiente veraniego que se ha desatado aquí en Valencia, treinta y cinco grados cada día, casi no se nota que no sale calentito del grifo.

He declinado tomar café hoy, mas que nada porque soy alérgico al sabor a plástico y,con el euro y pico ahorrado,aunque no pensaba comprar la prensa, he adquirido un ejemplar de 'El País, que no suelo frecuentar, pero hoy no he podido resistirme porque lleva 'una de espías'.
(...)
El titular gordo es algo dramático, 'Europa admite su indefensión ante el espionaje masivo de EEUU', por un momento he pensado que aún estábamos en la guerra fría, luego el subtítulo, 'El FBI perseguirá al ex empleado de la CIA por revelar secretos' me ha recordado enseguida a Assange, el otro indiscreto perseguido y refugiado en la embajada de no se donde, por revelar en cantidades masivas correos electrónicos reservados que mostraban con crudeza las alcantarillas del poder.

En este caso, el infractor, para unos, el héroe para otros, es una persona joven, que no se si acabó el bachillerato y cumplía funciones de mantenimiento entre los largos pasillos donde se almacena información obtenida de modo poco selectivo, por no decir indiscriminado porque esa palabra no me cabía en la línea de arriba, de millones de ciudadanos que, en principio, nada tendrán que ver con redes terroristas, pero, por si acaso, son observados en muchos países, de modo generalizado, por equipos automáticos que funcionan como si fueran robots, tal como describían en sus libros de ciencia ficción, los autores mas celebrados del género, allá por finales de los cuarenta, los cincuenta, o los sesenta. 

El futuro ha llegado, la ficción científica ya es realidad, como demuestran los drones, aviones no tripulados que se cargan enemigos de EEUU en países lejanos, y de paso, familias enteras ajenas a la acción terrorista que pasaban por allí, y un sistema semejante al Gran Hermano de Orwell nos visita cada día, solo si tenemos una dirección de correo electrónico abierta y operativa, un móvil o una tablet, ¿se dice así?, para tenernos fichados, saber a quien llamamos y durante cuanto tiempo, por si pasa algo tan gordo como lo de las torres gemelas tenerlo todo controlado. 

Bin Laden, cuando mandó a los aviones a las torres gemelas sabía lo que hacía. Supo, en todo momento, que la reacción a su golpe sería un endurecimiento de las acciones del poder, que había herido de muerte el sistema de libertades de Occidente que, en adelante, serían masacradas por los poderosos en nombre de la lucha contra el terrorismo, con el resultado de que un sondeo actual dice que el 52% de los ciudadanos USA aprueban las acciones de espionaje indiscriminado de su gobierno.

Si, según el titular de El País de hoy, Europa se declara 'indefensa' ante esta invasión de su soberanía y de nuestra privacidad como europeos, cómo podemos sentirnos los ciudadanos que no tenemos derecho al voto en las elecciones del país invasor de nuestra privacidad, indefensos, ¿no?. 

Indefensos se sienten los mas de dos mil técnicos, empleados y periodistas que van a la calle por el cierre de la televisión pública griega, el equivalente a nuestra RTVE, pendiente de confirmar con la firma del Presidente de Grecia, que los profesionales de la información de allí están intentando evitar. 

Lo que sucede en Grecia, termina por suceder en otros países del sur, con mayor o menor semejanza, por eso hay que ponerse en guardia, no vaya a ser que al espionaje americano le siga la apropiación aun mayor de los medios de comunicación por parte de las oligarquías y tengamos un escenario perfecto de 'Un Mundo Feliz'(Huxley), en el que el problema de las pensiones de los mas mayores se resuelva convocándolos a un parque temático y obsequiándolos con galletas envenenadas.

Parece ser que el malo de esta película de espías es Edward Snowden, el joven que ha destapado el asunto, ahora en paradero desconocido, 'Washington ha comenzado el proceso para acusar (..) al joven espía que reveló ese programa de vigilancia...' 

La pregunta es, ¿Donde se está constituyendo el tribunal internacional para juzgar a los responsables del montaje de este gigantesco sistema de ataque a las libertades de los ciudadanos del planeta, y cuando comenzará sus sesiones?.

En tiempos de Bertrand Rusell, no me cabe duda de que el mismo lo estaría promoviendo. Ahora, no se. 

En fin. Una de espías.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 12/06/13.

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