viernes, 26 de diciembre de 2014

LA HERENCIA

He bajado al Maravillas y, no se si porque estamos en fechas navideñas, he encontrado un ambiente muy sofisticado, hasta el punto de que un cliente ha pedido un té rojo con medio limón exprimido. Nada que ver con el barrechat o la copa de coñac habituales entre la clientela.

Ese pedido me ha hecho evocar el té al caramelo que pidió un cliente en el Thyssen, cuando estuvimos por allí, valiéndose de un dispositivo electrónico silencioso que había sobre la mesa para llamar al camarero.

Estimulado por ese entorno algo inglés, he pedido un ron quemado, con tan mala fortuna que lo que ha resultado quemado ha sido el dedo de Tony, al acercarlo a la taza en llamas para colocar media rodaja de limón. La imprecación de Tony ha roto el encanto de la situación y yo me he dedicado a la lectura de 'Levante', de lo que luego hablaré, pero antes quiero comentar mi visita a la farmacia.

En mi cajón hay un papel con las prescripciones médicas que se derivan de mi condición de crónico. Hoy lo he consultado y he visto que el día diecisiete debí pasar por la farmacia a recoger algo. Al salir del Maravillas he pasado por la farmacia sin mucha convicción pero, voilá, me han dado el Ketokonazol que debí recoger hace dos semanas, pagando solo unos céntimos por mi aportación. Se trata de un champú dermatológico, una tontería, si se hubiera tratado de ese medicamento que cura la hepatitis c, habría sido otra cosa.

Le he dicho a la manceba de la farmacia, me llama la atención ese culo tan hermoso que sale en el cartel contra la obesidad, no le sobra ni le falta nada, ¿no hubiera sido mas apropiado poner un culo celulítico?.

En los anuncios de productos anti arrugas, pasa lo mismo, ponen unos rostros lisos, preciosos, sin arrugas, no se porqué lo hacen, ha respondido la manceba antes de desearme felices fiestas. Mucha gente pasa las fiestas en familia, luego va la policía y encuentra un muerto, o dos, he respondido yo mientras abría la puerta para salir de la farmacia.
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Ya en casa, saco del bolsillo la nota que he tomado de los titulares de la primera de Levante, que motivan la entrada de hoy. 'El Consell renuncia a cobrar 270 millones que el gobierno de Aznar le prometió en 1.999', hace 15 años, ¿no?. Esto quiere decir dos cosas, que esa partida ha dejado de figurar en los presupuestos, en el apartado de ingresos, también que ha figurado en esos presupuestos durante todo este tiempo.

¿Quien gobernaba el Consell en 1.999? No sé. Voy a verlo. Zaplana, el economista marciano que sabía tanto de números, que no solo ponía en el presupuesto promesas y expectativas, en lugar de derechos de cobro, sino que durante su mandato firmó un crédito a treinta años en favor de la Generalitat, con la convicción de que a su gobierno no le tocaría pagarlo.

Sorprende que los tipos que gobiernan aquí desde ni se sabe, en nombre del PP, sepan tan poco de números. Creo que fué Camps quien eliminó el Impuesto sobre Sucesiones, privando al presupuesto de un parte sustancial de sus ingresos, y al mismo tiempo lanzó a la Comunidad a una etapa de eventos gurtelianos desaforada, con el resultado acumulado de que, al parecer, debemos unos treinta mil millones de euros. Descontados los 10.000 que dicen que no paga el gobierno central, 20.000 siguen siendo demasiados, no?.

No imagino a uno de aquellos dependientes con guardapolvos y un lápiz en la oreja que gobernaban las finanzas de las tiendas de ultramarinos en los años cincuenta, haciendo las cuentas tan mal como estos chorbos, sean marcianos o meapilas, como Camps, o el señorito de Castellón que sigue poniendo en los presupuestos, ahora, para 2015, promesas, expectativas, en el lado de los ingresos, en lugar de consignar derechos de cobro. 

Es una burla, una tomadura de pelo continuada a los administrados, que nos administren unos tipos tan insolventes, tan ignorantes, tan torpes, o peor aún, tan mal intencionados, como los que han tenido responsabilidades de gobierno, digamos en la última década y media. Nos han dejado una deuda astronómica, y encima, no solo no están en la cárcel, sino que alguno goza de un confortable sillón en alguna empresa que fue pública y ahora es privada, o forma parte de alguna institución pública de dudosa utilidad. 

Ahora, Fabra dos renuncia a un supuesto ingreso presupuestario, que nunca debió figurar en los presupuestos. En los presupuestos, en el lado de los ingresos, deben figurar los derechos de cobro consolidados, bien se trate de impuestos, de obtención de créditos, o de participación en los ingresos del gobierno central, subvenciones de la Comunidad Europea, las rentas del patrimonio comunitario, en su caso, y, como no soy hacendista, el resto que corresponda.

Nunca deben figurar promesas o expectativas cuyo derecho de cobro no esté consolidado. Si luego cae algo, pues bien, pero confiar la financiación de los gastos sociales a ingresos no confirmados es, además de un fraude a los ciudadanos, una canallada.

Es probable que el Partido Popular sufra una sangría estrepitosa de votos en las próximas elecciones. Ahora bien, a los eventuales ganadores les digo que se preparen para la herencia que recibirán, la famosa herencia de Zapatero comparada con lo que les espera, será una risa. 

En mi discutible opinión, ninguna Comunidad Autónoma ha sido gobernada por tanta gente estúpida, durante tanto tiempo, como la nuestra. Claro, si ganan sus adversarios, siempre pueden tomar la herencia a beneficio de inventario, no?, aunque también podría ocurrir, gane quien gane, que, al terminar la legislatura, la deuda haya seguido aumentando. Entonces, qué, ¿declarar el concurso de acreedores?. No sé.

En fin. La Herencia.


LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 26 12 14.

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