viernes, 5 de diciembre de 2014

MAQUILLAJE

"Queridos niños...hoy vamos a hablar de maquillaje, para que podaís aprender como funciona el país al que os habréis de incorporar dentro de unos años...", así podría comenzar la entrada de hoy, aunque bien podría hacerlo de este otro modo, "He bajado al Maravillas y me ha llamado la atención el titular de primera, 'Bankia maquilló sus cuentas...', del que me voy a ocupar algo extensamente, porque, queridos usuarios del blog, aunque no se si lo sabéis, yo fuí, en mis años mozos, un experto en maquillar las cuentas de las sociedades mercantiles pues, desde la temprana edad de los doce años me enseñaron el oficio, en un lugar que entonces se llamaba Asesoría Fiscal y hoy, tal vez se llamaría Instituto para el maquillaje de la belleza financiera."

Primero evocaré aquellos tiempos, y luego hablaremos de Bankia, y claro, del Banco de España. He intentado encontrar una definición de maquillaje en Internet, pero ha sido imposible, está lleno de anuncios de cosméticos, que es otra cosa, pero recurro a mi memoria mas antigua y recuerdo que es algo que se superpone sobre algo o alguien que presenta una determinada apariencia, para cambiarla, de modo que la nueva realidad obtenida oculta, de algún modo, la anterior.
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A eso me dediqué junto con mis colegas, durante unos ocho años. En aquel lugar especializado en el mejor maquillaje entraban los libros de contabilidad, reales, de las sociedades mercantiles clientes de la asesoría, y después de un laborioso proceso de sustitución de su apariencia salían con una imagen maquillada impecable que, sometida al juicio de los inspectores de Hacienda, terminaba con la firma de aquellos funcionarios bajo el lema 'Comprobado y Conforme'. 

La obra creativa mas destacada que recuerdo de aquellos años, consistió en transformar los libros de una compañía de seguros de ámbito local, en los de otra de ámbito nacional, inventando transacciones fuera del ámbito territorial que nunca se realizaron, porque entonces la Dirección General de Seguros no daba licencia de actividad a empresas de menor ámbito que el nacional.

En realidad la compañía funcionaba como franquiciadora, cobrando un cánon por usar su nombre. Fué una obra de arte, dotar las Reservas Técnicas como si de una compañía nacional se tratara,  hasta el punto de que cuando recibimos la visita del Inspector Actuario de Seguros, y dió el visto bueno a todo, el gerente de la compañía, que estaba acojonado antes de la inspección, me dio quinientas pelas de propina, una pequeña fortuna, entonces. 

No se si queda claro que, cuando hable de maquillaje, a continuación, en relación con Bankia, se de lo que hablo. 

Lo primero que me llama la atención en el caso de Bankia, no es tanto el maquillaje de sus cuentas, sino la obra maestra de maquillaje que supuso ocultar el nombre de Caja Madrid y de Bancaja, bajo la máscara Bankia.

Esa genial operación maquilladora ha supuesto que muchos hayan olvidado ya la realidad que oculta esa máscara. En esencia oculta la condición de Cajas de Ahorros de las entidades de donde surge Bankia, hace olvidar también lo que pasó con las Cajas de Ahorros, en cuyos consejos no estaban los políticos, cuando el Banco de España autorizó las modificaciones para que si estuvieran.

Entraron a saco, y así nos ha ido. Ahora dicen los periódicos que Bankia ha maquillado sus cuentas. Nada de lo que ha sucedido habría sido posible sin la complicidad, activa o pasiva, de los gobernadores del Banco de España. Juro que no entiendo que no estén en la trena. Yo ya no debo estar, lo mío ha prescrito, sucedió hace medio siglo.

En fin. Maquillaje.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 5 12 14.

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