lunes, 10 de julio de 2017

CONCIENCIA DE CLASE

"Cuando estudié Economía, hace ya ni se sabe, antes de la caída del Muro de Berlín, entre los muchos libros que tuve que leer, aconsejado por los profesores que sustituían a los catedráticos, a quienes nunca ví, había un buen número de obras excelentes de economistas marxistas, Sweezzy Baran entre ellos, o de un marxista cristiano, José Luís Sampedro, 'Las fuerzas económicas de nuestro tiempo', que aprendí de memoria para un exámen de Estructura, junto a los clásicos analistas del capitalismo, Schumpeter, luego Galbraith, La Tecnoestructura, El Industrialismo y el hombe industrial, luego Marcuse, El Hombre Unidimensional, la sociedad de consumo.

Aquellas lecturas coincidieron en el tiempo con un concepto que entonces circulaba entre las organizaciones políticas de izquierda, la conciencia de clase. Parece que han trnascrrido siglos desde aquello, veinte años después de aquellos últimos setenta quedó claro que el mundo iba a cambiar, como así fué, sobre todo a partir de la década de los noventa.

Reflexiono sobre aquella expresión, conciencia de clase, entonces aplicada a las clases populares, y concluyo que los cambios que se han producido en estas décadas han sido posibles porque tal condición, la conciencia de su propia existencia de las clases populares, nunca existió en realidad, si, en cambio la conciencia de clase de las clases elitistas.

No niego que esta reflexión no es solo personal, sino inducida por el artículo de Matías Vallés en la 2 de Levante de hoy que estoy ojeando porque hoy vamos algo mas tarde al Saler, a cuidar de mis nietos.

'González y Zapatero siempre con Rajoy'. 'Los Presidentes del Gobierno socialistas apoyan al jefe del Ejecutivo en la investidura, en la destrucción fallida de Pedro Sánchez y en la oposición al referéndum de Catalunya' 'Incluso los fastos conmemorativos de 1977 se promocionaron como un canto emocionado al voto único, siempre bajo la batuta del PP'.

Esta visión de Vallés, sin duda será subjetiva, como la de cualquiera, pero incluye una realidad objetiva, a saber, ante el riesgo de inestabilidad del sistema, sistema que incluye el predominio de las clases elitistas sobre todas las demás, se diría que la solidaridad entre esas élites, cualquiera que sea su preferencia por alinearse en cada elección a un lado ú otro del arco parlamentario, es mas fuerte que su interés en defender una ideología, una proyección política, que suele estar en sus estatutos, en sus campañas, pero, al parecer, con mucha mayor debilidad que su conciencia de clase elitista.

No deja de ser paradójico que la conciencia de clase, que a cualquiera que muestre sus preferencias por la política de la derecha, le sonará a antigualla, a concepto proto marxista del baul de los recuerdos, sea el motor de las actitudes y decisiones políticas de todo signo en nuestro país, mientras que, efectivamente, las clases populares han carecido de la conciencia de su existencia como sujeto político, pues de otro modo, no habrían sido tan fáciles de imponer, de extender, de asimilar, los cambios sociales que nos han conducido hasta aquí, la sociedad tecnológica, con los mismos arcaicos sujetos de las élites que todavía salen en los medios dando consejos a la sociedad de hoy."

Agradezco a Vallés que haya tocado este tema, porque hoy me he levantado perezoso y no sabía de que escribir, hasta que he ojeado su artículo.

Hasta luego, nos vamos al Saler, es posible que allí, en Ca' Pepe, lea El Mundo, para variar.Ya veré.

Un saludo cibernauta.

En fin. Conciencia de Clase.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 10 07 17.

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