jueves, 26 de julio de 2018

600 MILLONES

"Ahora, me ha dado por los millones. Primero, la página 'Un Millón', luego, 'La Deuda', hoy, '600 millones' enseguida aclararé porqué. Solo es una trilogía, no pienso insistir mañana, para no ponerme pesado, pero hoy, después de tomar un café y una horchata en el Maravas, me he detenido en un banco, frente al kiosko, que no ha abierto a su hora, me he desplazado a otro más lejano y el titular de primera de 'Levante' es tan sugerente, que no he podido evitar repetirme un poco con lo de los millones.

'Costa declara que las empresas financiadoras del PP recibieron más de 600 millones en contratos', La entradilla del artículo precisa: 'El exdirigente popular afirma ante el juez que los presidentes regionales y el nacional controlaban las finanzas' 'El arrepentido pide protección porque recibe amenazas'.

Los que tenemos memoria recordamos la imágen de Costa, cuando tuvo cargos importantes en el PP de aquí, como la de un jóven pijo con una risa sarcástica, a la vez que algo ridícula. Ahora, lo de un arrepentido que pide protección, recuerda a quienes tenemos memoria, un sinfín de situaciones y personajes, literarios o cinematográficos, que han formado parte de las historias de la mafia siciliana, desde hace veinte años.

Si damos crédito a lo que Costa está contando al juez, queda claro que las campañas electorales del Partido Popular se han financiado con dinero negro, apestoso, o como se llame. En todo caso, las victorias electorales del Partido Popular, por sus medios de financiación, constituyen un delito electoral, aunque prescrito, supongo, en sus consecuencias jurídicas, en algún caso.

Así, cada vez que el PP ha conseguido gobernar gracias a sus métodos mafiosos, el gasto público se ha debido disparar, por la servidumbre de las muchas 'colaboraciones' que han debido compensar. Ese es el marco en el que se sitúan los 600 millones de contratos del titular.

Es de un cinismo abrumador que ahora venga Casado, cuyo mentor, Aznar, protagonizó esa época mafiosa del PP, a decirnos, con tono 'neoliberal', que hay que reducir los impuestos, rebajar el techo del gasto público, cuando ellos, su partido, Costa dixit, han entrado a saco en el dinero público cada vez que han gobernado.

Por encima de estas consideraciones está, claro, la voluntad popular, y no se puede calificar de delito electoral lo que, durante años, una mayoría de gentes ha elegido libremente. Aunque, también, en los tiempos que vivimos, se puede considerar la capacidad del dinero, blanco, negro o apestoso, para influir en la llamada 'voluntad popular' por medio de campañas, bien orquestadas en favor de un candidato, o destinadas a dañar a otro, con el fin de inclinar la 'libre decisión' del voto, en favor de una u otra opción.

Estas campañas no se puede decir que sean determinantes. En ocasiones, un suceso imprevisto trastoca las expectativas de las encuestas, como sucedió hace unos años tras los atentados de Atocha, pero en ausencia de esas, a veces trágicas, sorpresas, tampoco podemos subestimar su influencia en los resultados electorales.

Ahora estamos en un momento de incertidumbre, no sabemos lo que durará el gobierno de Sánchez, al que el Psoe ha accedido por sorpresa, tras una moción de censura. Dentro del propio gobierno se oyen voces algo contradictorias sobre la eventualidad de las elecciones. Yo, les juro que no tengo la más remota idea de por donde van a ir los tiros. Como tampoco tengo idea de nada más."

Solo he sucumbido a la tentación, al ver el titular de 'Levante', de usar lo de los 600 millones para concluir esta especie de trilogía del dinero. Me gustan las trilogías, que le voy a hacer.

En fin. 600 Millones.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 26 07 18.

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