miércoles, 25 de julio de 2018

LA DEUDA

"He bajado al Maravas después de las siete. Mientras tomaba un café y un agua del grifo he presenciado unas transacciones financieras en la barra del bar, que me han dejado algo perplejo. Un cliente habitual, afectado de esquizofrenía, le ha pagado a Toni 140 euros, el importe de las consumiciones del mes.--Tú eres Cofidis, no? --Que va, me acaban de liquidar otra cuenta de 193 pavos, no soy Cofidis, pero si me falla uno de estos me hunde la recaudación.

Este asunto de la dimensión de la deuda en el barrio, me ha estimulado a saber algo más de otra Deuda, la Deuda Pública, al volver a casa he comprado 'Levante', pero ni hoy, ni desde hace meses, la prensa se ocupa de este asunto, se vé que esas noticias tienen un carácter estacional, ahora, en verano, no toca, es cuando los organismos internacionales encargados de supervisar las finanzas de los Estados emiten sus informes, cuando nos dan la paliza cada día con el tema.

He recurrido a Wikipedia, lo siento, no tengo otra fuente, y ellos dicen que en España, en mayo, la deuda pública --de la privada no dicen nada, menos aún de la del Maravas-- creció en 4.935 millones de euros y alcanza ya más del billón de euros, 1.155.802 millones de euros.

Habrán notado que de lo que se habla estos días es del techo de gasto. Yo no sabía que el gasto público tuviera un techo. No lo tuvo en la época de Aznar, ese señor de aspecto draculiano, que habla sin mover los labios, el que nos metió en la guerra de Irak, ¿recuerdan?, cuyo ministro del Interior, Aceves, mintió a todo el país, imputando a ETA el terrible atentado de Atocha cuando ya sabía que era obra de radicales islámicos.

Este caballero reaparece ahora en los sillones de Génova, después de  años de haberlos repudiado, porque al parecer es el mentor de Casado.

Lo del techo de gasto, y el atasco en que se encuentra, parece indicar el carácter precario del gobierno de Sánchez, sin contrato con los electores, parece un currito de una subcontrata de Adif, pendiente de que el patrón --los independentistas catalanes-- le renueve, o no, su confianza.

Pero yo quería hablar de la deuda, no de la Pública, de mi deuda personal con varios de mis mentores que intervinieron de manera decisiva en momentos especialmente delicados de mi vida personal, o profesional.

En primer lugar, he de agradecer a Sigfrido su presencia personal, desde que salió de la cárcel en la que pasó once años, con la primera amnistia que liberó a los presos políticos del franquismo. Su esfuerzo por inculcar en mí un comportamiento ético y su perspicacia cuando me definió, antes de que otros lo percibieran, por mi carácter dual, como 'una extraña mezcla de idealismo puro y pragmatismo cínico'. Un sabio, Sigfrido.

A Juan Pérez, mi mentor en el primer trabajo por cuenta ajena que tuve, a los doce años, en una consultoría fiscal, como meritorio. Juan compensó sobradamente con sus enseñanzas y su carácter afable, mi condición de niño criado en la calle, que nunca asistió a la escuela pública, sino que se dedicó, mientras otros seguían el currículo de la escuela nacional católica, a leer el Quijote cada día en el aula privada de una maestra republicana.

A Juan Antonio Mompó, mi patrón en el negocio de la gran exportación de vinos durante quince años. Juan Antonio, un burgués del Opus Dei, quien no compartió nunca mis chistes sobre Franco, tuvo conmigo un comportamiento tan ejemplar, que gracias a el mi trayectoria profesional y académica, no se torció para siempre.

En mi primera crisis de bipolaridad, resultó evidente que en aquel estado yo no podía seguir una conducta personal y profesional de normalidad. Después de dos meses de baja , cuando regresé a mi trabajo, encontré dos recibimientos distintos, uno hostil, del Director General, que optaba por mi despido, otro más tolerante del Presidente, Juan Antonio, que optó por tenerme en observación durante unos meses en una filal, antes de decidir.

Juan Antonio acertó, pues mis facultades personales, profesionales y académicas, volvieron a la normalidad, con ayuda de la medicación que ya nunca he dejado, lo que me proporcionó una estabilidad laboral y económica, que no se vió amenazada por mi condición de bipolar.

Tiempo después supe de una circunstancia que pudo haber concurrido a la actitud del patrón. Su mujer también era bipolar, por lo que estaba informado de los pros y contras de esa singularidad. En cualquier caso, nunca agradeceré bastante a Juan Antonio, su actitud prudente, tolerante."

En cuanto a la Deuda Pública, que es de lo que quería hablar, tendrán que informarse a través de Lagarde, pues su experiencia en el FMI, Fondo Monetario Internacional, ese Ente que fué presidido por Rato, condenado penalmente, y que en la segunda mitad del siglo veinte, fué responsable directo de la masacre financiera de países  enteros de América Latina, sin que entienda cómo no han sido imputados sus responsables por crímenes de lesa humanidad, le ha debido dotar de un profundo conocimiento de cómo se crea la deuda pública de los Estados, pero, sobre todo,  de quienes son sus beneficiarios permanentes.

En fin. La Deuda.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 25 07 18.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios