miércoles, 11 de julio de 2018

AVISOS Y ESPANTADAS

Después de todo el mes de junio y lo que llevamos de julio publicando prácticamente una entrada cada día, mi cerebro, y mis testículos por estar aplastados en la silla, se muestran un poco cansados, así que no sé si mantendré el ritmo, es el calor, que ya comienza a apretar.

Las estadísticas mensuales muestran que las páginas más vistas han sido El País, Jorge Javier, Los Posos del Café y Espectáculo. De Lector de luces, todavía no hay cifras fiables, así que, si en días sucesivos baja mi productividad, se pueden entretener con esas.

Voy a bajar al Maravas, a ver el encierro de hoy, a mi regreso haré la mini crónica de nuestra asistencia a la verbena de la Fira, en los Jardines del Palau, en la tarde de ayer.

Hasta luego. Un saludo cibernauta.

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Vuelvo del Maravas después de haber visto el encierro de hoy.  No se porqué cuando veo los Sanfermines, tengo la sensación creciente de que se trata de un acto primario, brutal, será porque, cada año más, la habilidad taurina de los corredores 'profesionales', queda oscurecida por la presión de las masas ignorantes que los acompañan, convirtiendo un rito ancestral en un espectáculo de masas, como diría el cursi Ortega, autor de 'La Rebelión de las Masas', también de 'Estudios sobre el amor', el mayor repertorio de cursiladas que puedan imaginar de alguien con fama de filósofo.

No se si ustedes habrán notado, como yo, que cualquier espectáculo visto en la tele, o en directo, es, ya, un espectáculo de masas. Quizás vaya a ser una excepción el próximo Congreso del Partido Popular, que me anticipo a calificar, sin temor a equivocarme, como una reunión de minorías decadentes.

Mi padre quiso que yo fuera torero, me daba clases de capote con un saco de yute en el bajo del barrio de Russafa en el que habitó mi niñez. Se vé que no tuve condiciones para el arte taurino y, con el tiempo, acabé de Economista, antes de llegar a degenerar en bloguero.

Uno nunca sabe, es verdad, lo que le deparará la vida. Lo cierto es que lo de bloguero también cansa a veces. Antes de dejar la página hoy, contaré que ayer asistimos a una verbena en los Jardines del Palau. Dos artistas, un vocalista, una cantante, sobre un escenario con música grabada.

Mi mujer y yo nos marcamos unos pasodobles, un bolero, y nos retiramos cuando siguieron con esos bailes coreografiados que, no sé porqué, detesto.

La cantante, una mujer rubia cincuentona, con aire de Milf, desplegó una energía envidiable, durante mas de una hora, sin concederse mas descanso que la alternancia con el vocalista cuando se quedaba sin voz.

Considerando la edad de los activos asistentes a la verbena, su dominio de la danza, de la coreografía, me hizo pensar que eran las mismas personas que, a finales de los cincuenta del pasado siglo, asistían a las verbenas falleras de la calle de Vivóns, en el barrio de Russafa, donde el Conjunto Azul atraía a público de todo el barrio, en las que yo, a mis trece años, estaba presente.

Joder, me estoy volviendo un viejo romancero, con estas historias, perdón, lo dejo. Esta mañana, ya no volveré por aquí, voy a leer el periódico entero, no solo los titulares, luego he de disponer en el banco de la cocina todos los elementos necesarios para la fideuá con gambón de hoy. Me gusta tenerlo todo preparado, antes de cocinar, sí.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 11 07 18.

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