viernes, 15 de enero de 2010

BARBOZA (2)

He bajado al Maravillas un poco tarde porque he dormido mal. Un par de horas después de acostarme me he despertado sobresaltado, tal vez porque mis últimos pensamientos antes de dormirme estaban ocupados por Barboza, el personaje de ficción que protagoniza la página del Blog del mismo nombre cada vez mas visitada, y la máquina de pensar se me ha quedado atascada mientras dormía, girando alrededor de una idea única, hasta que el mecanismo de giro ha saltado hecho pedazos y me ha desvelado.

Esa es la razón por la que me he visto empujado a escribir esta segunda parte. No es que yo haya elegido al personaje, es que el personaje se me ha impuesto con la violencia del insomnio. El final abierto de la página anterior, la visita todavía sin explicar del inspector de policía al despacho de Barboza, en el puerto de La Valletta, me permite elegir varios caminos. Este es el resultado de la elección.

“--¿Es usted Joao Barboza?

--Usted sabe perfectamente quien soy, si no, no estaría aquí. ¿Que se le ofrece?

--Tiene razón. Me llamo Gosálvez, inspector de policía del distrito de Lisboa, adscrito al departamento de operaciones especiales. Puede ver mis credenciales. Le conozco desde hace al menos diez años. Desde que su expediente en la procuradoría distrital cayó en mis manos. Luego el tiempo lo cubrió de polvo, pero ahora las cosas han cambiado, por eso estoy aquí.

--Supongo que se refiere a los sumarios abiertos contra mi. Han prescrito. Podía haberse ahorrado el viaje.

--Veamos. Un delito de estafa por el asunto de la lotería clandestina. Estupro y detención ilegal por la niña que se llevó con usted durante una semana, sin conocimiento de sus padres. Delito ecológico por talas ilegales en Angola...

--Manuela no era una niña. Además, no era virgen. Su padre la violaba. Por cierto, ¿Que ha sido de ella?

--Dejó la vida itinerante del fado. No le puedo decir mas. Mire, Barboza, su versión de su aventura con Manuela es un producto de su conciencia. Yo solo tengo papeles, pero los jueces atienden mas los papeles que los estados de conciencia. O sea que, esté prescrito o no el sumario, si viene conmigo a Lisboa tendrá que hacer frente a una acusación de estupro y detención ilegal. OK?

--Lo de la tala ilegal me hace gracia. Yo solo me llevé un embarque de troncos. Otros se llevaron media selva y ahora presiden un banco en Portugal.

--Ese fue su error, Barboza. No hacerlo a lo grande. No todos sus delitos han prescrito. Hay uno que no. De todos modos, nada impide que me acompañe a Lisboa, --traigo la orden judicial y la conformidad de las autoridades maltesas-- incluso por los prescritos. Sería su abogado quien tendría que demostrar esa prescripción y, mientras tanto...usted se pudriría en prisión....aunque, si se aviene a colaborar, las cosas podrían ser diferentes...

--¿Que quieren de mi?

--Verá, el mundo está comenzando a cambiar. Las invasiones de otros países con fuerzas regulares están en declive y están comenzando a ponerse de moda, otra vez, los asesinatos selectivos. Hay demanda de personas como usted, con cuentas pendientes con la justicia, pero con una discreción a toda prueba que las hace pasar desapercibidas, como si no existieran, para misiones específicas.

--¿Que tipo de misiones?

--No puedo ser mas explícito hasta que esté seguro de que puedo contar con usted, pero le daré una pista.¿ Ha leído en los periódicos lo del físico nuclear iraní y lo del hombre de Al Qaeda? , pues, algo así.

--No soy un criminal.

--Pero usted participó activamente en la guerra de Angola, fue tirador de élite del ejército portugués, ¿no?

--Solo hasta que me pude desprender del rifle y me pasé a las fuerzas revolucionarias. Nunca disparé contra nadie a quien viera de cerca. Lo que usted me propone es que sea responsable directo de la vileza del asesinato.

--Vamos, Barboza, no me venga con sentimentalismos. Su situación es muy clara. O viene a Lisboa conmigo y se enfrenta a la cárcel, o acepta colaborar con nosotros y queda libre. Mire, he traído dos billetes. Uno es para Lisboa, sin vuelta. Otro es para Paquistán, allí le darán otros para que llegue a su destino. Cumple la misión, de la que allí le darán detalles, y se vuelve libre a Malta. Puede ir a otro sitio, pero no se lo recomiendo, nosotros le encontraremos. ¿Que decide?

--No me gusta su propuesta.

--Tiene dos días para decidirse. Estoy en el Hotel British, por cierto, acompañado de una amiga a quien usted no ve desde hace quince años. Espero que venga a verme antes de que se cumpla el plazo. Si no lo hace, vendré yo a por usted. No intente cambiar de aires. Lo tendré vigilado a todas horas. ¿Alguna pregunta?

--¿Es Manuela su acompañante?

--Sí...”

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 15-01-10.

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