martes, 19 de enero de 2010

ELLAS

He bajado al Maravillas y el 'Levante' estaba disponible sobre la barra del bar. Después de hojearlo en su totalidad he notado que casi nada de lo que allí se dice merece un comentario pues, en general, se trata de noticias y opiniones sobre las mismas cuestiones conocidas de días atrás. Ante esa anodina trivialidad ha regresado a mi memoria una noticia ya leída antes.

Una anciana fue atropellada y muerta en el mismo lugar en el que su padre murió, del mismo modo, veinte años atrás. Podríamos ver en ese suceso un caso de fatalidad recurrente, de movimiento circular del destino, pero también podríamos concluir que el espacio urbano donde han ocurrido ambos sucesos no está bien ordenado, no está suficientemente protegido, pues, entre ambos sucesos, han ocurrido otros igualmente letales.

Pero no es eso, exactamente, lo que despierta mi interés, sino el hecho, para mi insólito, de que tanto la literatura universal –en la mínima parte que conozco-- como las costumbres sociales, hayan dado en simbolizar la muerte en la figura de una mujer. La Dama del Alba, de Casona, es el ejemplo que me viene a la memoria, pero tanto en la literatura como en el cine, la representación femenina de la muerte es algo tan consolidado, que nadie lo pone en cuestión. Tal vez el barquero Caronte, sea una excepción, aunque mi desconocimiento de ese mito me impide discernir si se trata de un simple transportista que nos traslada al mas allá, después de que la Parca haya hecho su trabajo, o trabaja a forfait y se encarga de todo.

Mi experiencia personal me dice que la mujer está fuertemente vinculada a la vida, no a la muerte. Si esto es así, carece de sentido el mito de la muerte tal como lo vemos representado ahora. Tendría mas sentido hablar del fin de la vida como una expresión de nuestros límites, un suceso, inexorable, si, pero desvinculado de cualquier forma de sexualidad en su representación.

No se trata de asociar el predominio de la vida en la mujer solo con su capacidad reproductiva , menos en estos tiempos en los que los niños nacen, o se adoptan, de tan diversas maneras. En el trato con ellas, aprendes que son un genero menos destructivo, mas proclive al altruismo, mas amable y con una enorme capacidad para impregnar al otro sexo con esas cualidades que, por si solas, harían un mundo mas habitable, si fuéramos capaces de reconocerlas, apreciarlas y equilibrar con ellas nuestra destructividad masculina que, esa si, merecería que nos colgaran el sambenito simbólico de la personificación de la muerte.

Es tal la presencia en el tiempo de esa representación simbólica de la muerte a través de lo femenino, que probablemente mi punto de vista parecerá el de un marciano. Sospecho que el peso de esa tradición está vinculado con la desaparición de la mujer de los escritos sobre los mitos cristianos, y sin embargo, intuyo que el primero de los mitos tuvo que ser una mujer, una diosa. Luego, el miedo de los varones a su predominio, pudo hacerla desparecer de los mitos de la vida y la confinó a la representación de la muerte.

Me siento tan conmovido por la presencia de la mujer, todavía hoy, que basta un roce casual, un contacto no buscado, para que mi mirada reconozca en una mujer concreta, todo el potencial generador de vida, de felicidad contingente, que son capaces de hacer brotar en el erial de nuestra atribulada vida. No puedo concebir un mundo sin mujeres. Ellas nos acogen con su ilimitada capacidad de amor, a veces sanan nuestro dolor de vivir, y nos dan energías para seguir caminando.

Por eso no puedo entender, si no me lo explica algún sabio experto en mitos, y aún así , quizás lo entendería, pero no lo compartiría, que de unos seres hechos para la vida, el altruismo, el amor amable, la ausencia de destructividad, se haya extraído la personificación de la muerte, sobre todo porque, si eres un anciano/anciana, en medio de la precariedad de un paso cebra, tal vez lo último que veas no sea el rostro de la Parca, sino el de un conductor con bigote, que huele que apesta a tabaco y alcohol.

Antes de regresar del Maravillas le he dado un vistazo a la cartelera. Me propongo ir a ver 'Algo pasa en Hollywood' . Ya les contaré.

En fin. Ellas.

LOHENGRIN (DINAMIZARTE.COM) 19-01-10.

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