martes, 5 de enero de 2010

EXPOLIO

El Ministerio de Cultura nos informa hoy a los lectores de la prensa escrita, al parecer antes de informar a los afectados por el conflicto, del expolio que el Ayuntamiento de Heliópolis presidido por Rita Barberá –Rita, la de las anchoas, ¿Recuerdan?-- lleva a efecto en los barrios de Cabanyal Canyamelar, sin atender a la calificación BIC (no me refiero al emblemático bolígrafo, sino a la condición de Bien de Interés Cultural) de una parte significativa de esas aglomeraciones vecinales.

Antes de entrar en el asunto, debo confesar que, en mi opinión, la cultura florece mejor en todas partes sin Ministerios. Ignoro porqué los gobiernos se empeñan en atribuirse competencias culturales con rango ministerial. Puede ser que le tengan miedo a la cultura. Ya en tiempos del nacional socialismo alemán se atribuyó a uno de sus jerarcas la expresión,'Cuando alguien me habla de cultura, saco la pistola'.

Los gobiernos democráticos surgidos de la reconstrucción europea se han empeñado en tratar la cultura como un bien sujeto a competencias ministeriales, con el permanente riesgo de que esos ministerios se dediquen, primero a subvencionar la cultura que perciben como afín, y finalmente a imponer la censura de aquellas expresiones culturales que consideran hostiles.

El expolio, mas que un caso particular, el del Cabanyal, barrio de Heliópolis motivo de este artículo, es la expresión de una cultura universal del abuso de los poderosos que no ha dejado metro del planeta sin expoliar, trabajadores sin explotar y hasta, recientemente, viajeros aéreos sin estafar.

Expolio, según mi viejo Espasa, es el botín del vencedor, además de una forma de acceso a la propiedad de bienes adquiridos con rentas eclesiásticas, que no viene al caso. El mas claro y reciente exponente del expolio universal es la torre construida en Dubai, de 828 metros de altura, elevada con el trabajo semi esclavo pagado con salarios de mierda por el expoliador, el Jalifa de Dubai.

En los últimos quince años el planeta entero ha sido pasto de los expoliadores, ante la indiferencia culpable de quienes podían haberlo frenado y solo ahora, cuando el mal ya está hecho, dictan en España una sentencia ejemplar, con la contundencia del código penal, para proscribirlo. Me refiero al edil que ha sido condenado a pena de cárcel por edificar un chalet en suelo agrícola.

Algún periódico se ha congratulado de ese cambio de actitud. Según ese criterio jurídico de endurecimiento en la aplicación de las leyes urbanísticas de defensa del patrimonio cultural y del paisaje, quizás habría que enviar a la trena al consistorio en pleno de aquí, al menos a los ediles relacionados con cuestiones urbanísticas. Pero ellos no se dan por aludidos. Ganan una elección tras otra, con lo que su expolio solo es, ya lo dice el Espasa, el botín del vencedor.

Al margen de su calificación como Bien de Interés Cultural de parte de su trama urbana, El Cabanyal-Canyamelar es un entramado vecinal que, como el de Benimaclet, se caracteriza por una cierta condición de lentitud en el modo de vivir de sus habitantes. En verano, es fácil observar a la puerta de sus casas de poca altura a sus vecinos que se dedican al desaparecido arte de la conversación en las noches cálidas de agosto.

En este barrio hay un mercado que vale la pena visitar la víspera de Reyes. Yo lo haré esta noche, acompañado de unos amigos que han reservado sitio en uno de los singulares lugares que conservan los gustos por el salazón, característicos de esta comunidad vecinal.

No sé si el código penal recoge como un delito borrar del mapa este nicho del gusto por la lentitud civilizada, en favor de un dudoso progreso, pero espero que la Audiencia Nacional, después de las muchas sentencias contradictorias que han sido dictadas sobre las actuaciones municipales en el barrio, si alguien ha cometido expolio, lo mande a la trena.

Por lo demás, me parece sumamente contradictorio que el Ministerio de cultura persiga el expolio y a la vez esté preparando la expropiación de las páginas web cuyo uso no es de su gusto.

¿Alguna vez nos libraremos de los expoliadores y de los ministerios de cultura? Ojalá.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 5-01-10.

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