He bajado al Maravillas envuelto en la luz de un cielo pálido y frío. Un poco antes, asomado a la ventana que da a levante, he contemplado la curiosidad cromática del amanecer. En el Maravillas he encontrado, para mi fortuna y la de quienes me leen, un cordial ambiente de trivialidad, quizás debido a la ausencia de predicadores evangelistas, trabajadores de protección civil intoxicados sin saberlo por la propaganda de ideologías xenófobas de extrema derecha, matones con pistola que vuelven de su turno de noche en tareas de seguridad, y otros habituales del mundo cabreado, que suelen comenzar el día con unas copas de una mixtura de mistela y anís, que aquí llaman 'barrechat' y una sarta de insultos al gobernante socialista de turno.
La trivialidad –-lo he comprobado-- tiene virtudes sanadoras, curativas, que nos alivian de los excesos reflexivos, nos devuelven a la cálida relación cotidiana con nuestros vecinos, amigos y compañeros de barra, alejados de falsos problemas y cuestiones lejanas, sobre las que, a veces, acostumbramos a opinar, pero de las que no tenemos ningún control, ninguna capacidad para intervenir en ellas.
Lo trivial, al alejarnos de esa incapacidad para intervenir en asuntos que no están a nuestro alcance, mejora nuestro humor y predispone nuestro ánimo a la comunicación amable, exenta de agresividad. Razones suficientes para que hoy le dedique esta entrada.
“TONI.- Que, ¿Fuiste ayer a ver la 'mascletá'?
--Sí. Fue el espectáculo de fuegos mas peligroso al que he asistido en los últimos años.
TONI.- ¿Tanta pólvora dispararon?
--No. No hubo fuego aéreo, y lo hicieron mas corto de lo que esperaba.
TONI.- ¿Entonces?
--Las rachas de viento, de mas de cien kilómetros por hora, tumbaron todas las señales de tráfico, que andaban tiradas por el suelo del Paseo de la Alameda. Un trozo de valla de madera de una terraza próxima, cayó a cinco metros de donde nos encontrábamos. El viento nos empujaba con una violencia tan extrema, que tenías la sensación de que ibas a salir volando. Fue una suerte, acompañada por el buen sentido de prescindir del fuego aéreo, que no hubiera que lamentar daños en las personas.
TONI.- Pues si que empezaste bien el año.
--Pues si. Lo empecé bien. Asistí a un espectáculo pirotécnico y, lo que es mas importante, comprobé que en ocasiones, quienes toman decisiones, lo hacen con sentido común, reduciendo opciones de riesgo para la población. Hay que reconocerlo, no todo van a ser críticas indiscriminadas.
TONI.- Muy ecuánime te veo. No te reconozco.
…....
BOMBERO.- Toni, ¿Ya tienes juegos en 3D?
TONI.- Para eso hacen falta monitores en 3D, y son muy caros, por ahora......
BOMBERO.- Pon un barrechat....
TRAMOYISTA JUBILADO.- ¿Ya ha parido la perra Yorkshire, esa que te han dejado?
TONI.- No me la han dejado, he tenido que pagar.
BOMBERO. -Y, ¿Cuánto has pagado?
TONI.- Eso a ti no te importa.
BOMBERO.- ¿Es la del veterinario?
TONI.- No. Se la dejaron olvidada los que vinieron a cortar el seto, junto con la motosierra. ¿No te jode?. Pues claro que es la del veterinario, con su pedigrí y eso..
TRAMOYISTA JUBILADO.- Pero, bueno, ¿Ha parido o no?
TONI.- Está en ello.....¿Es que quieres algún cachorro?.
TRAMOYISTA JUBILADO.- ¿Hay que pagar?
TONI.- Pues, claro...
TRAMOYISTA JUBILADO.- Entonces, no”...
….
Cuando terminé de tomar el café con leche, Toni me acercó el periódico, que estaba al otro lado de la barra. Miré con detenimiento cada página, buscando alguna noticia trivial para incluirla en la entrada de hoy. No encontré ninguna. La trivialidad, no es noticia
En fin. Trivial.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 2-01-10
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