miércoles, 14 de noviembre de 2007

EL PANFLETO DE RICARDO

He ojeado hoy un mensaje publicado en Levante por el responsable de la campaña electoral de la derecha para las generales en Heliópolis y me ha sorprendido su carácter estrictamente negativo, panfletario, con ribetes identitarios. Esa estrategia está detrás de los reproches de falta de valencianía que se han lanzado estos días a la candidata socialista. La expresión socialismo español que incluye hoy Ricardo en su panfleto tiene el mismo aroma.

Al electorado de aquí, y al partido que gobierna en Heliópolis, lo identitario les importa, mas o menos, un carajo, como demostraron unos al presentar como candidato a la máxima representación de nuestra identidad, a un señor de Cartagena, y otros al elegirlo. No solo ganó, sino que se quedó aquí el tiempo que le dio la gana y se marchó cuando quiso, porque nadie lo echó.

Cada uno nace donde puede, y lo que nos interesa a la mayoría no es donde han nacido los candidatos, sino lo que han hecho después. Por eso, el partido que le paga a Ricardo, fue defenestrado del poder sin contemplaciones, por lo que hizo, y nadie se preguntó donde había nacido quien lo hizo.

En consecuencia, me parece un error estratégico intentar sacar tajada del rollo identitario, en un lugar donde los partidos nacionalistas, de derechas y de izquierdas, con su escasa influencia social, se enfrentan cada día con la indiferencia de los electores, a menos que lo que se pretenda sea arañar unos pocos votos para añadir a los que se presumen escasos.

El otro eje del mensaje es la negatividad. He escrito en alguna parte que los mensajes electorales pueden plantearse de dos modos, basándolos en los puntos fuertes de la propia gestión, o en los puntos débiles del contrario. La diferencia entre uno y otro planteamiento es que, si eliges la negación, inexorablemente tiendes a mentir mas.

El panfleto de Ricardo alude a los errores del contrario, al marasmo de los ferrocarriles en Cataluña, que, naturalmente, todos hemos hecho objeto de crítica. Oculta, y esa es la peor forma de mentir, el trágico accidente ferroviario en Heliópolis, el mayor, en términos históricos, de los metros urbanos. Quienes vivimos aquí, tenemos memoria, y quienes, por desgracia, se ven obligados a acudir a los hospitales, son testigos directos del deterioro al que ha llevado a la sanidad pública la gestión de su partido en Heliópolis.

Por tanto, el estado de las infraestructuras y la salud pública ahora mismo, en Heliópolis, son argumentos objetivos para negar el voto a la derecha, responsable de esa situación, por mucho que la vigencia de la consigna todo va bien y si algo va mal la culpa es del otro trate de desviar la responsabilidad política hacia el oponente.

La verdad, me sorprende que Ricardo, con ese aspecto de normalidad inteligente que presenta en las fotos, se haya juntado con tipos tan impresentables, tan habituales de juzgados y tribunales, como Fabra y Alperi, y que comparta partido con Serafín Castellano --vaya apellido identitario-- contra quien nada tengo, pero cuya imagen tan espontáneamente zafia me produce un rechazo visceral.

No es que no se puedan escribir panfletos, de vez en cuando, es bueno para la salud hepática. Pero una cosa es hacerlo en el blog al que solo acceden lectores minoritarios y otra renunciar a la racionalidad de los argumentos, en favor de las vísceras, en un diario de información general. En esos medios, hay que cuidar mas las formas.

Por cierto, lo de socialismo español, no se si tiene sentido después de conocer la composición del comité consultivo socialista para la campaña electoral, constituido por una neozelandesa, cuatro estadounidenses, un belga, un argentino, una francesa, una portuguesa, un alemán, un danés, una keniana, un británico y un irlandés. Español? No. Parece un socialismo para el siglo XXI. Que vende Ricardo? Un registrador de la propiedad anclado en el siglo XIX. No hay mas que verlo.

Al final del panfleto, Ricardo recomienda al presidente del gobierno, elegido por el pueblo y cuyos aciertos y errores asumimos quienes hemos contribuido a su elección, que haga las maletas y se prepare a dejar la Moncloa.

Ricardo, creo que eres tu quien debería empezar a hacer las maletas. Seguro que la normalidad inteligente de tu imagen facilitará que te den faena, después de la derrota, en alguna fundación o universidad, los republicanos estadounidenses neoconservadores. Allí estarás mejor, ya verás.

Lohengrin. 14-11-07.

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