sábado, 27 de septiembre de 2008

REBELIÓN EN LA GRANJA

Los telediarios de la noche han mostrado las imágenes de multitud de manifestantes en Estados Unidos, que protestaban por la propuesta de inyectar 700.000 millones de dólares en las entidades financieras en dificultades en aquel país, cuyos ejecutivos cobraron sumas millonarias por su gestión antes de que se descubriera el pastel. Algunos de esos manifestantes alegaban que se trata del mayor robo de la historia. Hay algo que me desconcierta en este asunto, si realmente es un robo como dicen, ¿donde está el botín?.

Veamos. Al parecer, es un hecho comprobado que varias entidades financieras concedieron masivamente créditos hipotecarios para la adquisición de viviendas, a personas sin capacidad para reembolsar esos créditos. Hay que suponer que esos ingentes recursos se aplicaron a la compra de inmuebles, que esas hipotecas no han sido todavía satisfechas en su totalidad, y que buena parte de esos deudores no podrán pagarlas nunca.

Que tenemos?.De momento, un gigantesco problema de falta de liquidez. Un parque de viviendas que nadie sabe quien pagará, unas entidades financieras hipotecarias quebradas. Hasta aquí, parece un problema local estadounidense, y el botín estaría, en parte, en manos de los ejecutivos que cobraron sus incentivos generados con prácticas heterodoxas, y en parte inmovilizado en las casas donde se aplicaron esos capitales.

Está claro que los fulleros financieros se han pasado, pero si no analizas paso a paso lo que se va sabiendo del asunto, te pierdes. Los fulleros financieros norteamericanos, al encontrarse con la patata caliente de las hipotecas basura, también llamadas sub prime, endosaron la patata al sistema financiero internacional, mediante títulos negociables que, al principio, permanecieron bastante opacos.

Que ha ocurrido despues? Ha ocurrido que la banca inglesa, la alemana, la suiza, y alguna mas, han tenido que cubrir con miles de millones de euros, cuando el fin de la opacidad ha dejado al descubierto el timo de la estampita de que habían sido objeto, los títulos fallidos de alto riesgo que les habían colado. Esto si que lo veo mas claro. Esto ha sido, efectivamente, un robo, y el botín sabemos adonde fue a parar, a las entidades emisoras norteamericanas de esos títulos.

Me parece una paradoja que los ciudadanos europeos cuyos impuestos se han usado para salvar los bancos afectados por el robo yanqui, no se manifiesten en la calle contra ese dislate, y sean los norteamericanos quienes estén en la vanguardia de ese movimiento incipiente. Al fin y al cabo, si descontamos los incentivos de los ejecutivos listos, ellos han recibido algo material, sus casas, como contrapartida de todo el asunto –otra cosa es lo que vaya a suceder en el futuro, si no pueden hacer frente a sus compromisos-- mientras que los europeos que han pagado, vía presupuestos, por ese papel mojado, no reciben nada a cambio.

Está claro que los manifestantes que claman contra la salvación de las entidades financieras quebradas con 700.000 millones de dólares de dinero público, lo hacen porque tienen claro que una medida así, llevará aparejado el empobrecimiento de millones de norteamericanos, porque una cifra tan astronómica no parece compatible con el mantenimiento de programas sociales.

El asunto está jodido, pero todos los analistas serios coinciden en que asistimos al principio del fin del predominio norteamericano como campeón del mundo financiero internacional.

No sabemos que se ha hecho de la mayor parte del botín, pero quienes quiera que sean los responsables del golpe, le han hecho un flaco favor a su país. Ni los comunistas de Ho-Chi-min, ni Castro, ni la URSS en la época soviética, ningún enemigo ideológico de Estados Unidos en toda la historia, lanzó nunca un golpe tan demoledor a la primera potencia económica mundial.

Por lo visto hasta ahora, aún no conocemos las soluciones, pero una cosa está clara, el enemigo estaba dentro. Habrá que seguir el asunto de cerca, a ver que pasa.

Lohengrin. 27-09-08.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios