ABORTO LIBRE

He bajado al Maravillas, después de desayunar, ducharme y fumar el primer cigarrillo media hora después del desayuno, conforme a las pautas señaladas por la chamán que supervisa mi intento de dejar el tabaco. Mientras tomaba un cortado he ojeado el Levante. Me niego a terciar en los asuntos mas sensacionales que ocupan hoy sus páginas, porque ya lo hice en la entrada Secretos y Mentiras
que, junto a Yes, We Can Not, comienzan a reflejar un notable incremento en el número de visitas.

Disfrutaba del trago fresco de un agua mineral con gas fría, sin hielo, con limón, luego del cortado, cuando he reparado en un largo artículo del religioso Pablo Cabellos que ha merecido mi atención.
Incorpora Cabellos a su escrito sobre el delicado asunto del aborto, una cadena de argumentos científicos, muy rigurosos, interesantes conceptos bioéticos y un punto de vista extremadamente respetuoso con otras visiones de la cuestión, y todo ello merece, a mi juicio, un claro y explícito elogio por esa actitud responsable y respetuosa, que contrasta con los fanatismos que suelen acompañar a los panfletos beligerantes anti abortistas que abundan hasta el exceso.

Quiero elogiar, en especial, el respeto de Cabello hacia los lectores, pues del tono y contenido de su artículo se desprende que los considera seres inteligentes, mayores de edad, a los que no se les debe despachar con argumentos infantiloides y primarios, como acostumbra hacer su homólogo Baviera, director del Colegio Mayor Alameda, de la obra del Opus Dei en Heliópolis, a cuyo simplismo insultante hube de contestar en la página la Fotosíntesis, una de las mas visitadas del Blog.

Con independencia de las posturas que cada uno defienda sobre esta cuestión, desde quienes opinan que las mujeres son soberanas de su vida y de su cuerpo, hasta quienes ponen el énfasis en el respeto a la vida del feto desde el momento de la concepción, lo cierto es que el rigor, el respeto y la elegancia intelectual de la que Cabello hace gala en el artículo que publica hoy en Levante, son una contribución, que uno desearía que fuera mas frecuente entre las fuentes de comunicación vinculadas a la Iglesia, al diálogo racional entre distintas sensibilidades.

Cabellos contribuye a sostener, con su actitud, un puente entre el laicismo y la comunidad religiosa, lejos de campañas escandalosas que oponen la protección del lince ibérico a la libertad individual de la mujer, sin matices, de las guerras de propaganda en los autobuses, y del griterío callejero de las manifestaciones con intenciones non sanctas. Por ahí pueden llegar a dialogar, a entenderse hasta el punto de lo posible, ambas comunidades ciudadanas, la laicista y la que, con todo el derecho, defiende sus convicciones religiosas, desde un respeto recíproco ausente, por desgracia, en otro tipo de mensajes ultra religiosos y excluyentes.

Quienes nos decantamos por respetar la voz de la mujer como factor decisivo en este delicado asunto, después de leer el artículo de Cabellos, honestamente, sentimos que hay que extender ese respeto a otros puntos de vista que, sin duda, una parte de las mujeres, también comparten.

Vivimos en un Estado de derecho, donde las libertades individuales están consagradas en la constitución de 1.978. Cualquier conflicto que suscite la práctica de esas libertades tiene su
ámbito de resolución en la aplicación de los principios constitucionales.

Al margen de esos aspectos jurídico sociales, es de agradecer que una de las partes en conflicto, a veces beligerante de un modo irracional en la pretendida defensa de sus convicciones, sea capaz también de emitir mensajes civilizados, rigurosos, racionales, moderados y respetuosos con quienes no comparten sus puntos de vista.

Mi mas sincero elogio a Pablo Cabellos, por el modo en que trata hoy el delicado asunto
del aborto.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 19-05-09.