L' ARTICLE 26

“PER L' ARTICLE 26, EL GOVERN TE ATRIBUÇIONS, PER A PASSARSE P' ELS COLLONS TOTES LES LLEIS DEL PAIS”

Este viejo chascarrillo,-- al que me refiero de memoria, por lo que puede contener errores gramaticales que ruego corrijan, si es el caso, quienes lo lean, vía comentarios-- tiene su origen en la época turbulenta en la que el gobierno de España suspendía las garantías constitucionales por los muchos conflictos sangrientos que sacudían la vida pública. Lo uso hoy aquí, para referirme al papel del gobierno municipal de Heliópolis, mas en concreto a Rita Barberá, en mi opinión, la alcaldesa mas autoritaria de España, en la aplicación de la Llei d' Us de la lengua valenciana.

El Levante de hoy le dedica un titular, “BARBERÁ CONFIRMA QUE EL HIMNO REGIONAL SE CANTARÁ (EL PRÓXIMO VIERNES) --¿EN CASTELLANO?-- PESE AL VETO DE LOS THOUS”

Primero, aclaremos, para los usuarios de latinoamérica, y aún para los ibéricos que no sean de aquí,que los Thous son herederos de quien fue autor de la letra del himno que está generando una cierta polémica. Luego, aunque no es necesario, me apetece aclarar que no soy valenciano parlante habitual, ni nacionalista, pero tercio en este asunto porque veo en el implicados aspectos relacionados con la defensa de las libertades contra las manifestaciones de intolerancia que todavía colean por aquí, a pesar de las estructuras democráticas que nos amparan.

En mi opinión, algunos políticos españoles, de distintas tendencias, --quizás los ejemplos vivos mas elocuentes son Manuel Fraga y Rita Barberá-- abrazaron la democracia en la transición española por razones cerebrales y de adaptación, --lo mismo que algunos reptiles perdieron sus patas para deslizarse por el suelo de forma sinuosa sin ser oídos por sus depredadores-- pero en sus tripas quedaron adheridos para siempre los hongos intestinales del autoritarismo, y a veces no pueden evitar que afloren esas singularidades que caracterizan a su especie.

La familia Thous ha hecho público su veto a la interpretación pública del himno de cuya letra fue autor su ancestro, junto con su disconformidad por el hecho de que los folletos e invitaciones que
se han cursado para la asistencia a ese acto no se hayan redactado en lengua valenciana, además de en castellano, como exige la Llei d' Us. Su pretensión de prohibir esa utilización del himno choca con razones legales que se oponen a esa intención.

Rita, al hacerse público ese veto, según cuenta Levante, encargó un informe a los Servicios Jurídicos del Ayuntamiento de Heliópolis. Al parecer, con la Ley de Propiedad Intelectual en la mano, ni la SGAE, ni los supuestos derechos de autor –se extinguen a los setenta años de su muerte-- pueden oponerse, jurídicamente, a la decisión de la alcaldesa.

Por otro lado, si ponemos en la otra mano el peso del reglamento municipal que desarrolla la Llei d' Us de la lengua valenciana, redactado por el propio Ayuntamiento, los argumentos jurídicos colisionan entre si, y lo que queda es el peso hormonal de nuestra autoritaria alcaldesa: --Por mis cojones.

¿Tan difícil hubiera sido cumplir de entrada, sin que nadie los exigiera, los requisitos de bilingüismo que señala el propio reglamento municipal, evitando, al aplicar ese procedimiento legal, un conflicto estúpido?

Al parecer, el autoritarismo y la tolerancia son solo, en apariencia, conceptos ideológicos. En la práctica vital de cada día, esas pulsiones pertenecen al dominio de las tripas y quienes las exhiben, en especial las pulsiones autoritarias, como es el caso de Rita, pero no solo de ella, son incapaces, en ocasiones, de hacer que la cabeza domine los intestinos y, claro, la cagan.

Si el abuelo de mi amigo, a través del cual me llegó ese viejo chascarrillo, levantara la cabeza, volvería a percibir la misma sensación de autoritarismo que motivó su protesta de entonces.

Es sorprendente que desde 1.909, cuando ese caballero del que hablo ejercía como concejal por los Republicanos Independientes, en el año de la Exposición Regional cuyo centenario se celebra ahora, todavía no nos hayamos librado de los intolerantes, de los autoritarios, de quienes, en 2009, en el mismo Ayuntamiento, después de un siglo, se muestran incapaces de interiorizar los auténticos valores de la libertad, y ni siquiera respetan los mínimos requisitos democráticos que obligan a quienes redactan los reglamentos a cumplirlos.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 20-05-09.