miércoles, 6 de mayo de 2009

NO SMOKING

“Por fin me llamó la chamán para integrarme en un grupo de aspirantes a no fumadores. Ayer por la tarde fui a la primera sesión de grupo y esta mañana he colgado de la pared del salón, donde otros cuelgan unos cuernos de alce o la cabeza de un oso cazado en Rumanía por el módico precio de 18.000 Euros, mi primer trofeo, el paquete de Ducados rubio, apenas terciado, con las sobras del primer día de relativa abstinencia.

Formé grupo con un capitán de barco, un empresario en crisis, un estudiante universitario y un astronauta. La chamán se congratuló de la variedad de profesiones representadas en el paquete de aspirantes a no fumadores, porque eso –dijo-- le permitía evadirse de la monotonía de su trabajo de psicóloga clínica por la mañana, con demasiada concurrencia de empresarios arruinados al borde del suicidio y parados con problemas de identidad que dudan entre seguir siendo españoles de acogida o volver a ser rumanos de residencia.

Después de presentar y explicar los preliminares del método que iba a desarrollar, la psicóloga hizo algunas preguntas básicas.

--¿Cómo comenzaste a fumar?

Las respuestas fueron parecidas, con algún matiz. Los amigos, el baile, las chicas, la primera juventud...aventuré yo, mientras el capitán de barco y el empresario aludían al atractivo de lo prohibido en la etapa pre adolescente, el estudiante confesó que había comenzado fumando porros con los amiguetes y que luego se pasó al tabaco, mientras que el astronauta dijo que había sido un hábito tardío, derivado de su profesión, por las muchas horas que pasaba contemplando la inmensidad celeste a través del ventanuco de la nave.

--¿Que cantidad de cigarrillos fumas? – fue la siguiente pregunta.

Para mi sorpresa, el capitán de barco resultó que superaba mis cifras de consumo. Cuarenta cigarrillos al día son 280 a la semana. Esas eran mis cifras de consumo hasta ayer. Pues bien, el capitán confesó que pasaba de los trescientos. Trescientos cincuenta, creo que dijo. Cuando cada uno mostró la marca que fumaba, entendí lo del capitán. El fuma extra light y, claro, consume un número mayor de cigarrillos, pero el contenido en nicotina no debe superar el mío. Los demás están en cifras sensiblemente menores.

La chamán, después de tomar notas de la información que le facilitamos, hizo, por sorpresa, la pregunta clave,

--¿Porqué quieres dejar de fumar?

Las respuestas fueron variadas, aludían, en general, a cuestiones de salud y cosas así, pero me llamó especialmente la atención la respuesta del astronauta.

--Veréis, en estado de ingravidez, es bastante estresante andar persiguiendo la colilla del cigarrillo, cuando te descuidas y queda flotando en el interior de la nave....

En cuanto a mi, no lo dudé y di la respuesta que había ensayado concienzudamente antes de la sesión,

--La boca me huele a cenizas....

Di esa respuesta, por un lado, porque me parecía algo literaria, me sonaba como la estrofa de una canción, algo así, y además me permitía ampliar la respuesta, si me lo pedía la chamán, como así fue.

-¿Y?...

--Todavía aspiro a hacer cosas poco correctas con la boca, por eso quiero combatir mi halitosis dejando el tabaco..

--¿Has probado limpiándote los dientes concienzudamente, con esos cepillitos de dentista?, contestó la chamán con mucha retranca, ignorando completamente la alusión implícita a la sexualidad que incluía mi comentario.

La sesión duró dos horas y en su transcurso, la chamán nos inició en una serie de rituales anti tabaco de lo mas originales, algunos de los cuales voy a citar aquí.

La fajita. Consiste en un envoltorio de papel, pautado con líneas y columnas, con el que se envuelve la cajetilla, y que tiene varias funciones. Una, ocultar la marca. Otra, servir de soporte para el registro de los cigarrillos que uno va a fumarse, de modo que una regla estricta es no fumar si antes no se ha anotado el cigarrillo que vas a consumir. O sea, la contabilidad. Si no cuentas lo que fumas, es un desastre. Si los empresarios no cuentan lo que gastan o lo que se endeudan, también. En esto último estuvo de acuerdo la chamán.

Otra regla estricta, consiste en esperar quince minutos después de cada una de las tres comidas principales, antes de encender un cigarrillo. Para quien fumaba antes del desayuno, como, yo, eso implica no fumar, en ningún caso, antes de desayunar. Para quienes fumaban entre platos, durante la comida, como el capitán y el empresario, supone erradicar ese hábito.

Además, nos entregó una libreta, y nos pidió que la dividiéramos en secciones para las distintas funciones que a lo largo de las siete sesiones que dura el curso, irán apareciendo. Lo mas importante fue fijar una fecha para abandonar totalmente el hábito de fumar, que quedó fijada para el día 3 de Junio, después de la última sesión. Se nos pidió que pensemos en algún modo de celebración colectiva de ese objetivo, una vez alcanzado.

Lo mas curioso de todo, o eso me pareció a mi, fue el texto de un comunicado que nos facilitó la chamán, para hacerlo llegar a familiares y amigos, en relación con su aceptación del procedimiento gradual que estamos siguiendo, que incluye, seguir fumando, mientras aprendemos a dejar de fumar. No me resisto a reproducirlo aquí, en su integridad.

“Mensaje. Como ya sabes, estoy participando en un curso para dejar de fumar. Este curso representa para mi una de las decisiones importantes de mi vida. Por ello, estoy poniendo mi entusiasmo y dedicación en cumplir con las tareas que se nos encomiendan semana a semana. Una de ellas es que fumemos mientras aprendemos a dejar de hacerlo, y es la razón de este mensaje.
Se que en realidad me quieres ayudar y se también que no has encontrado como hacerlo. Yo te voy a sugerir que en lugar de presionarme y hacerme las cosas mas difíciles, me estimules, me apoyes o simplemente que seas indiferente.
Mi fecha para dejar de fumar es 3-06-09, así que hasta que ese día llegue te pido el respeto y comprensión que merece un adulto comprometido consigo mismo.
Gracias.”

Espero que la chamán no se enfade por que yo divulgue en el Blog sus secretos metodológicos. Ella no precisó a quien debíamos dirigir el mensaje, pero yo pensé enseguida en mi parienta, y ahora estamos colaborando juntos en la elaboración de nuevos rituales orientados a alcanzar la condición de no fumador.

Esta mañana he bajado al Maravillas y he puesto en práctica el consejo de la psicóloga, cambiar de marca. Ahora llevo en el bolsillo un paquete de tabaco negro, envuelto en la oportuna fajita y hasta
el momento de cerrar esta entrada del Blog he consumido 3 cigarrillos, cuando mis hábitos anteriores indican que a estas horas, teniendo en cuenta que hoy he madrugado más, ya me habría cepillado medio paquete.

Mis compañeros de grupo y yo nos hemos despedido hasta el próximo martes, no sin antes intercambiar nuestros teléfonos y nombrar un portavoz para que se interese por como le va a cada uno el ejercicio de cumplir las normas recibidas. El astronauta será mas difícil de localizar. Creo que ha volado hasta la estación espacial para hacer su turno semanal. He pensado proponer al capitán de barco, en la próxima sesión, que nos ceda su nave para celebrar allí, con el oportuno catering, el cumplimiento de nuestros objetivos. Antes, he de enterarme que ruta de navegación hace.”

Quiero aclarar que esto no es publicidad encubierta de ningún gabinete psicológico, sino la recreación literaria de una experiencia personal. No obstante, conociendo la necesidad imperiosa que algunos adictos tienen de dejar el tabaco, sin que dispongan de elementos metodológicos serios para conseguirlo, me ofrezco gustoso para facilitar el teléfono de la chamán que está ayudando a mi grupo, a quienes así lo soliciten vía comentarios, indicando su E-mail, para que pueda contestarles.

En fin. No smoking.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 6-05-09.

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