lunes, 8 de junio de 2009

LA MOSCA COJONERA II

Expresada con rigor democrático la indiferencia, cuando no el aplauso de la mayoría del electorado a las conductas políticas de desvergüenza, ausencia de ética y prepotencia, simbolizadas en dos personajes tan distantes geográficamente, aunque no tan distintos moralmente, como el tándem Fabra-Berlusconi, entre otros, es el momento, primero, de reconocer el triunfo de los conservadores en las elecciones europeas y luego de descender al detalle de un mínimo nivel de análisis a nivel local.

“Lo nostre no té remei”. Un millón de votos entregados a un partido que reúne a una colección de personajes tan pintorescos como Rus, Barberá –la reina de las aceras-- Fabra, el Ripoll partidario de encarcelar a periodistas, el pijo Costa y el beato Camps, da una idea de la fibra moral de un país. Al igual que en Italia jalean el desparpajo del impresentable Berlusconi, seguramente porque lo consideran un típico producto suyo, como la mortadela o el queso Gorgonzola, y lo nuestro no se toca, el partido popular lleva camino de eternizarse en el poder en Heliópolis, con la inestimable colaboración de la oposición invisible, sin que esa invisibilidad impida que el jefe de esa oposición se mesure mas de siete mil euros al mes en concepto de retribución a unos méritos, por ahora, inexistentes.

Me queda el magro consuelo de no haber contribuido con mi voto a resultados tan excéntricos, y la satisfacción de haberlo dirigido hacia la candidatura verde. Por cierto, hemos conseguido un diputado. Si bien a nivel nacional la debacle socialista parece algo atenuada, en Europa en su conjunto los partidos socialistas, los laboristas ingleses, los socialdemócratas y cualquier cosa cuya etiqueta se presuma escorada hacia la izquierda, han sufrido una derrota estrepitosa. En ese sentido, los resultados en la comunidad valenciana se asemejan mas a lo sucedido fuera del país, que a la pérdida de dos escaños de los socialistas españoles, que parece un ligero revolcón, descontado el coste de la crisis económica que todo partido en el gobierno está sujeto a pagar, aunque los resultados en el País Vasco?, en Madrid, en Castilla la Mancha, en Valencia, incluso la subida de Convergencia en Catalunya, no parece que ponga las cosas mas fáciles para ellos.

Interrumpo el hilo argumental, porque mi mujer me está contando que una amiga suya le ha dicho por teléfono que su marido, tras constatar el ambiente que se respira en la ciudad, después del triunfo reiterado de La Gran Ramera, está pensando seriamente en emigrar.

No es mi caso, para nada estoy pensando en emigrar físicamente de Heliópolis. De donde si me he marchado, creo que por una larga temporada, es del segmento del electorado que aun vota a los partidos mayoritarios, y ese gesto, a mi, modestamente, me parece una medida acertada, que el paso del tiempo acabará por confirmar, dado el nivel de degradación pública que alcanza el sistema bipartidista de mayorías minoritarias, cuyos comportamientos, salvo aspectos cosméticos, y algo menos cosméticos en lo que se refiere al gasto social por los tiempos que corren, debería ser motivo de una extendida repulsa por parte de los ciudadanos, que en su mayoría se han decantado por premiar a los sinvergüenzas, los caciques, en Italia al vocalista arrepentido metido a presidente de gobierno, y aquí a sujetos que estarían mejor en la carrera eclesial, haciendo méritos para obtener un sillón cardenalicio en Roma, que en la política cotidiana.

En fin. Los verdes. Hemos ganado un escaño. Lo demás, al parecer, no tiene remedio.

LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 8-04-09.

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